martes, 4 de diciembre de 2012

Dedicadas al gran Oscar Niemeyer: Brasilia en construcción, por Marcel Gautherot

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Desde el número 125 de la AV española celebrando los 100 años de Niemeyer, que me resultaron particularmente sugerentes como documento y como fotografía las tomas realizadas por Marcel Gautherot durante la construcción de Brasilia. Por estos días las encontré dando vueltas por la red, y aquí están.
No podía evitar sumarlas a este espacio.
Seleccionadas de diversos sitios de la web por el arq. Martín Lisnovsky

lunes, 26 de noviembre de 2012

Delicia Canadiense: Absolute Towers de Ma Yansong y sus MAD

Los MAD Architects (Ma Yansong, con Yosuke Hayano y Dang Qun) han desarrollado unas singulares torres mellizas en Mississauga, Ontario. Las morfologías esculpidas sutilmente desde el monitor han arribado a la realidad con un pequeño efecto de torcimiento pero continuando la idea gestual lograda por Oscar Niemeyer en la torre Copan de San Pablo más de medio siglo antes: la conformación de grandes planos curvos con la economìa de producción de una losa que mantiene controlados los costos. Aquí, además, la planta va rotando desplazando las tangentes hacia el infinito del horizonte. Un eficaz truco sostenido por la sobriedad de los detalles y la enorme seducción de unas curvas que ya han sido rebautizadas como las torres Marilyn Monroe.

Las imágenes fueron tomadas de la web (seguramente tengan derechos) y de la excelente versión realizada de la revista DOMUS 963 para el IPAD. Recomendamos especialmente el artículo y la adaptación de la revista a este formato, una de las pocas ediciones que le logra sacar el jugo a las posibilidades multimedia de estos aparatitos. Finalmente.
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky










domingo, 18 de noviembre de 2012

Semper, El Estilo. En Español y en Itunes. Reportaje al editor J. I. Azpiazu

Con motivo de la flamante edición internacional desde la tienda itunes de la traducción al español del libro de Gottfried Semper, “El estilo en las artes técnicas y tectónicas”, hemos realizado un pequeño reportaje a su editor y autor (traducciones, prefacio, notas y apéndice de ilustraciones), el arq. Juan Ignacio Azpiazu, esperando el mismo sirva de introducción a una obra única que por primera vez nos llega en nuestra lengua.
(En diciembre se editará también una versión impresa, disponible en Amazon)
 
 ML - ¿Por qué traducir hoy un libro de Semper de 1860-63?
JIA - Semper fue el primer director de la carrera de la arquitectura en el Politécnico de Zurich (el ETH) y estableció su particular línea intelectual (una especie de respuesta a la École Polytechnique y al politécnico de Karlsruhe, más puramente técnicos). Su influencia es palpable en la arquitectura suiza y del mundo germanoparlante de hoy en día; sus enseñanzas son una referencia permanente, en general implícita, pero muchas veces bien explícita: en Construir la arquitectura, de Deplazes y otros profesores del ETH, las referencias a Der Stil son constantes.
Puesto a leer el libro hoy la pregunta que pasa uno a hacerse es “¡¿cómo no se tradujo esto hasta hoy?!”. La respuesta es por un lado, como dice Mallgrave (responsable de la traducción al inglés de 2004), “la magnitud del esfuerzo requerido”, y por el otro el hecho de que las bibliotecas digitales, la posibilidad de rastrear y consultar a especialistas del mundo entero a través de Internet, y el procesamiento electrónico de textos (buscar con qué sentido usa tal expresión Semper en otros puntos de este libro de 1000 páginas, y en sus otros libros, y cómo la usan otros autores), hacen posibles hoy cosas simplemente imposibles hace pocos años. Incluso así el proceso sigue siendo extraordinariamente exigente —pero, si no se abandona cuando el trabajo que se había estimado para un año va extendiéndose para tomar finalmente tres y medio, posible.
En el proceso de descifrar el texto me fui dando cuenta de que era necesario agregar al libro material complementario, para restituirle al mensaje la claridad que tenía en la intención de Semper, o que tuvo para sus alumnos. A partir de las ilustraciones y los textos complementarios y notas agregadas a esta edición el libro resulta mucho más didáctico y útil para el arquitecto y el estudiante, y la experiencia de leer esta edición es completamente diferente de la de enfrentarse con el original en alemán o la traducción de 2004 al inglés. De hecho me han sugerido publicar el material complementario también en inglés, como apoyo a los que leen las ediciones en alemán o inglés.
Y el español (por las conjugaciones, y el género y número) permite ceñirse bastante bien a la elaborada redacción del original, lo que es directamente imposible en inglés. Con cierto esfuerzo, se puede hacer al complicado alemán original fluir en español tal como fluía en la cabeza de Semper.
Habiendo visto cómo se habían destruido en traducciones al español y al inglés otros buenos textos de arquitectura, en cuanto me pareció posible traducir el libro completo (inicialmente había pensado en preparar sólo algunos fragmentos, para usar como selecciones en docencia), la idea de evitarle ese destino a éste se me volvió una necesidad urgente, una obligación.


ML - ¿Qué revalorización podemos considerar de los temas tratados, en estos tiempos caracterizados por un nuevo cambio de paradigma productivo con las herramientas digitales?
JIA - Para mí la virtud es la de enfocarse en los temas intemporales, en lo que trasciende a la circunstancia. Los temas cuyo abordaje da sentido a tu acción, a tu lidiar con la circunstancia.
Hay un par de párrafos de Joseph Rykwert que alguna vez pensé en poner en la contratapa (al final no los puse, para no andar mezclando lo circunstancial con lo intemporal, y para no incorporar una perspectiva historiográfica en un texto que para mí es plenamente actual). El comentario de Rykwert tiene casi cuarenta años, pero pienso que no pierde vigencia: 


Pero es el conjunto de la estructura del sistema de Semper lo que hoy parece más interesante y, sí, más relevante, que lo que jamás lo hizo desde su publicación. Hemos perdido las alegres certezas del Werkbund. No releemos a Ruskin y a Morris simplemente como documentos históricos: sus opiniones se han vuelto imperiosas nuevamente. En este clima, la búsqueda de Semper de rastrear toda la actividad artística a una morfología transformativa, basada en cuatro formas básicas del trabajo de la mano con su voluntad sobre el material inerte, adquiere posibilidades fascinantes. […]
Una morfología como la de Semper parece alejada de nuestras preocupaciones; lo que sea que haya hoy de concepción generalizada de la estética se concentra en la relación entre el espectador y el objeto. Una teoría del arte (y en consecuencia una concepción de la estética) en la cual la evidencia principal es la concepción del objeto que tiene el propio hacedor —eso va en contra de las convenciones actuales. […] Es la forma en que Semper percibe y comprende la manera en que el artista y el artesano relacionan lo que piensan con lo que hacen […] lo que me parece invalorable y urgente. Concebida en un momento en que el pensar y el hacer pasarían a divorciarse con consecuencias desastrosas, bien puede contener una pauta para su nueva reconciliación.

Joseph Rykwert, “Semper and the Conception of Style”, 1974
De Gottfried Semper und die Mitte des 19. Jahrhunderts (Birkhäuser 1976). Reproducida parcialmente en “Gottfried Semper and the Problem of Style” en Architectural Design 51, 6/7 1981, (“On the Methodology of Architectural History”).

 
Para el arquitecto o diseñador industrial practicante, las virtudes del texto de Semper, cuyo segundo título es “Estética práctica”, son tan valiosas hoy como hace cientocincuenta años —y sólo es de lamentar que durante unas cuantas décadas, y en tantos lados, se hayan descuidado estos temas en la enseñanza de la arquitectura. Son reflexiones anteriores a las herramientas digitales, que trascenderán a nuestras actuales herramientas digitales, y en todo caso te invitan a pensar qué hacer con las herramientas digitales. 


ML - ¿Cuál es el significado para Semper de los términos "Estilo" y "Tectónico"? ¿Cuál es la diferencia con el significado que la historiografía moderna le ha dado a esos terminos?
JIA - Sobre esto recibí varias preguntas de conocidos (sobre todo con “tectónica”) y terminé por incluir una aclaración preliminar, no tanto para entender lo que dice Semper sino para evitar confusiones a partir de lo que han dicho otros, a veces invocándolo a Semper.
Resumidamente, los problemas de la tectónica son para los alemanes de mediados del siglo diecinueve hasta principios del veinte los de la “estética de las creaciones/construcciones con función” entendiendo “función” en un sentido amplísimo —es decir problemas de estética comunes a lo que hoy llamaríamos el diseño industrial y la arquitectura. Después hubo un teléfono descompuesto y a partir de mediados del siglo veinte se empezó a usar el término con un sentido parecido al neogótico de la “expresión de la construcción”, o de la estructura, o de los esfuerzos, o del material, o cosas parecidas, que en los mejores casos varían según el autor y en los peores casos es imposible precisar exactamente qué se quiere decir. Semper usa estilo para referirse a la coherencia estética con que se manejan los recursos técnicos y artísticos, y se responde a los requerimientos y circunstancias que dan pie a estas creaciones/construcciones. En ambos casos eran maneras de decir “estética”, pero contemplando factores de propósito y construcción/constitución y culturales, diferenciándose así de la estética visual, de la “forma pura” (formal abstracta, diríamos hoy) y de la representación, que primaban en la teoría de las artes visuales.
No es más que un comentario secundario sobre terminología, pero la reseña de cómo iban elaborando estos temas Karl Otfried Müller, luego Bötticher, luego Semper, y el contraste con lo que pasó después, es interesante también porque ilustra la seriedad con que aquellos personajes encaraban la construcción de conocimiento en estos temas; es muy poca la literatura arquitectónica actual (de las últimas dos generaciones, digamos) que trate cuestiones de estética arquitectónica con rigor comparable. 


ML - Si el proceso de diseño desde el monitor desdibuja los conceptos con los que se asocian actualmente los términos "Tectónico" y "Estilo", dada la naturaleza ingrávida y la multiplicidad de referencias y experimentos ligados a las matemáticas, la biología y la química, la lectura de Semper ayudaría a retomar -con un enfoque renovado- un sentido práctico tanto para uno como para otro. Por el mismo camino que los textos de Ruskin y Morris afirman la lectura artesanal de la manufactura digital.
JIA - Con respecto al monitor, y tantos edificios y paisajes que parecen representaciones materiales y espaciales imperfectas de una concepción cuya expresión más perfecta se produce en el monitor —sin duda, parte del problema es cierta pérdida de consciencia, en gran parte de la enseñanza (hay gloriosas excepciones), de cuestiones arquitectónicas básicas que componen el núcleo del conocimiento disciplinar acumulado por el hombre y demostrado en sus mejores obras.
En ese sentido, el problema de la confusión entre medios y fines no es distinto del dibujismo que padeció lo más cuestionable de la École des Beaux Arts. Esto obviamente no quita la importancia de la representación visual y del entrenamiento de la observación que exige la práctica del dibujo, o el potencial para el estímulo o la ayuda que ofrecen las concepciones y las analogías de las artes visuales, la matemática, la biología o la química para el desarrollo del pensamiento arquitectónico, y en el mismo Der Stil hay ejemplos de cada uno de esos casos —solamente no hay que olvidar que el tema es la arquitectura.
Es interesante que la voluntad de encontrarle una lógica unitaria al mundo que se manifiesta en Der Stil y otras obras de la época está impulsada por la desorientación y angustia que producían los cambios de la Revolución Industrial, de modo que en términos estéticos, tecnológicos, profesionales, económicos, sociales, políticos, todo era en aquel entonces todavía mucho más nuevo y revolucionario y traumático que lo que vivimos hoy. En ese contexto en que todo parece nuevo la búsqueda de Semper se orienta a los aspectos esenciales, los que antes decía que permiten un sentido del rumbo al enfrentar las circunstancias. Hay unos párrafos sobre la industria del caucho, que en los 1850 era una novedad absoluta, en los que Semper básicamente te cuenta, en base a lo que venía apreciando en la cerámica, la laca y demás, los caminos estéticos que se le abren a lo que terminaría siendo la industria del plástico, que ni siquiera tenía un nombre en ese momento —es bastante impresionante. Uno diría “tenía la bola de cristal, estaba viendo el futuro”; lo que tenía bien presente eran varias cuestiones esenciales de la estética, la técnica y la historia, y así plantado la novedad estimula, pero no desorienta.
De modo que sí, tal como han resultado las cosas pienso que El estilo sirve hoy como herramienta para devolver al centro una serie de cuestiones que ojalá no se hubieran perdido en gran parte de la enseñanza y del discurso arquitectónico, y que da alegría reencontrar. Yo lo comparo un poco con la formación general clásica, que es una pena haber perdido, y la alegría que te produce cuando recién de grande (como me pasó a mí) empezás a descubrir a los clásicos.


ML - Al igual que en otros textos contemporáneos, en el libro existe la intención de una lectura global, inclusiva, sobre los diversos modos de diseñar y construir en una amplia geografía; algo que la historiografía moderna ha comenzado a recuperar muy recientemente (Curtis, Cohen), ya que los clásicos (Zevi, Benévolo, Giedion, Banham, Collins) se concentran casi exclusivamente en el eje Europa-Norteamérica.
JIA - Ahí hay varios temas, sí. Uno es que mucha historiografía del movimiento moderno fue panfletaria. Ni siquiera hace falta salir de Europa: a las obras modernas arquitectónicamente más ricas y más instructivas, menos reducibles a fórmulas y slogans (digamos en aquel entonces Asplund y Lewerentz, más recientemente Zumthor), la mayor parte de la crítica no supo con qué comerlas. Algunas resultan además históricamente inexplicables, parecen haber salido de un repollo. A veces hay una escisión, una total independencia, entre el discurso vuelto negocio académico y editorial por un lado, y la enseñanza y la práctica arquitectónicamente relevante por el otro.
Un escrito personal puede ser panfletario, incluso una obra construida puede ser panfletaria, pero la historiografía y la educación no pueden serlo. La historia panfletaria, la seudohistoriografía al servicio de una idea o un programa, es premoderna, y en ese sentido una barbarización, una salvajización. En eso el texto de Semper es mucho más moderno que otros dos, tres y cuatro generaciones posteriores.
Pero más excepcional todavía que la amplitud me parece en Der Stil el sentido de la mirada —el libro no es un relevamiento técnico e histórico (de ésos los hubo antes y después), ni un relato de cómo sucedieron las cosas, sino que emplea a esos ejemplos de la técnica y la historia para entender y explicar conceptos arquitectónicos. Una mirada que además de artística es auténticamente científica, en el sentido de búsqueda genuina de la verdad en base a evidencia. Y el que está buscando esa verdad es ante todo un arquitecto, lo que busca es una verdad instrumental, lo leés y te dan ganas de ponerte a diseñar o rediseñar algo en lo que estás trabajando.
En el blog puse una vez, en uno de tantos raptos de emoción, que al leer El estilo uno se siente parte de una gran familia de diseñadores que han estado enfrentando los mismos temas fundamentales desde el comienzo de los tiempos, y acompañado por ellos. Además de instructivo e inspirador, me parece reconfortante.


Mayor información en el blog editado para tal fin: http://semper-estilo.blogspot.com.ar/

Agradecemos la colaboración, el tiempo y la dedicación del arq. Juan Ignacio Azpiazu
Editado por el arq. Martín Lisnovsky


sábado, 17 de noviembre de 2012

sábado, 10 de noviembre de 2012

12 arquitectos contemporáneos. Una Mirada a la Producción de las Últimas Décadas

Entre la abundancia de los medios gráficos que promocionan la actividad reciente de la arquitectura contemporánea, sobresalen los críticos incentivados ciegamente por la tecnología  y sus posibilidades morfológicas o sus opuestos, los que se aferran a las tradiciones –constructivas o intelectuales, clásicas o regionales-como si entre un mundo y otro hubiera sólo un frío vacío.
Cada tanto encontramos algunos ejemplos que deciden un freno en la violenta inercia de las aceleraciones y de las dinámicas a la que se somete la profesión. Los jóvenes arquitectos Mariano Gomez Luque, Arístides Gomez Luque y Germán Godoy editaron el libro “12 arquitectos contemporáneos” que finalmente comenzó a circular por las librerías. La idea y el desarrollo propuesto está en el título: un repaso por 12 estudios de gran producción en el cambio de milenio, con una selección de temas significativos para comprender los proyectos y una mirada crítica, que en el epílogo se extiende a otros autores. Junto a una gráfica de abundantes collage con toques humorísticos -muy de los 90- que acompaña con simpatía la lectura, tanto la selección de los estudios (Koolhaas, Eisenman, Herzog & de Meuron, Hadid, Moneo, Siza, Nouvel, Miralles, Gehry, Holl, Foster, Piano) como de sus obras parece premeditadamente realizada con base en el año 2000/2004, entendemos para poder tomar cierta distancia desde donde asentar el análisis de sus modos operacionales. No sólo aciertan en la composición fragmentaria de los ejes de los autores sino que logran establecer una relación cruzada entre todos ellos que transforman esta publicación en una recomendable introducción a la arquitectura de cambio de milenio.
Esperemos que junto a los siguientes tomos esbozados en el texto, aparezca una siguiente selección incorporando autores de una geografía más abarcativa (más significativa del trabajo global, especialmente estudios de oriente como los Sanaa, Ito, Kuma, Mad, etc).
Destaco el esfuerzo de nuestros jóvenes amigos cordobeses, quienes de esta manera se introducen con solvencia en el mundo de la crítica arquitectónica contemporánea.
La mejor de las suertes. Muy buen trabajo. Muy recomendado.

Mariano Gomez Luque, Arístides Gomez Luque, German Godoy
12 Arquitectos Contemporáneos
Nobuko, abril 2011. Buenos Aires
 

También nos han enviado un número de la revista Casas, el número 127 subtitulado “Córdoba Emergente”, con una acertada selección de viviendas realizadas por estudios jóvenes donde se destacan Ana Etkin, Esteban Bondone, Gustavo Gonzalez y Cristian Nanzer+Mariela Machisio.
 Editado por el arq. Martín Lisnovsky

martes, 6 de noviembre de 2012

Bellucci, ex-Jefe de nuestra Cátedra, Personalidad Destacada de la Cultura

Para todos los que tuvimos al arq. Alberto Bellucci como profesor, colega y compañero de cátedra, ha sido una enorme alegría la noticia del reconocimiento como Personalidad Destacada de la Cultura en el Salón San Martín de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires el pasado lunes 29 de Octubre. Felicitaciones Alberto en nombre de tus ex-alumnos y de los docentes de la cátedra, esperemos verte pronto de nuevo para reencontrarnos con tus cálidas apreciaciones, tu particular mirada crítica, tu sonrisa cómplice y la carpeta llena de croquis de viajes. 
De corazón, ha sido una enorme alegría.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
Les dejamos la pequeña nota en el suplemento ARQ del día de hoy y la tarjeta de invitación al evento oficial.

sábado, 27 de octubre de 2012

SC 167: Los textiles de Gunta Stölzl y la Nueva Matemática de Stephen Wolfram

1- Gunta Stölzl(1897-1983). Esquema para Textil,curso en Bauhaus Dessau, 1927
2- Stephen Wolfram. A New Kind of Science, 2002
En una época donde los desarrollos de sistemas en superficies contínuas constituyen una nueva pofundidad de alcance científico en la arquitectura, rendimos nuestro pequeño homenaje a la única mujer que alcanzó el título de Maestro en la Bauhaus. Las imágenes a continuación pertenecen a la década del 20 y sus autores son Gunta, Anni Albers y Hedwig Jungnik. Que os inspire para estructuras y fachadas en el Siglo XXI
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
                                 





lunes, 15 de octubre de 2012

Gordon Pask, 1969. La significación arquitectónica de la cibernética

”…Durante la era Victoriana se desarrollaron nuevas técnicas con demasiada rapidez para ser asimiladas por la arquitectura pura, se plantearon nuevos problemas y ya no se podían obtener soluciones  aplicando las reglas de la  arquitectura pura, por ejemplo, para construir una estación de ferrocarril o una exposición universal. La solución a estos problemas (por entonces) descabellados dependía claramente de ver el edificio que se requería como una parte del ecosistema de una sociedad humana. Está claro que los problemas se resolvieron y que las técnicas novedosas lograron aplicarse a tal efecto (Temple Meads, la Tropical House en Kew, el Crystal Palace). En mi opinión, se trata de soluciones excepcionalmente hermosas. De todas formas, resultan soluciones individuales e idiosincrásicas porque, en el nuevo contexto, no había manera de llevar a cabo un debate general y crítico. Aclaremos este punto. Obviamente existía un gran caudal de discusión técnica y estética sobre el uso del acero y el vidrio por parte de I.K. Brunel, D. Burton y J. Paxton, pero nadie parece haber apreciado el significado completo de sus estructuras en el contexto del potencial arquitectónico de la época: es decir, como ejemplo de diseño de sistemas. La razón es bastante evidente. Mientras la arquitectura pura de principios del siglo XIX disponía de un metalenguaje, a pesar de unas restricciones del propio lenguaje que desalentaban la innovación, la nueva (y extendida) arquitectura aún no había desarrollado uno propio. Otra manera de exponerlo sería decir que no existía una teoría de la nueva arquitectura…”
Gordon Pask, 1969. La significación arquitectónica de la cibernética (extracto)
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky

La fotografía fue tomada de la web y podría tener derechos

lunes, 8 de octubre de 2012

Delicia Cordobesa: Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, 1960-1971

 



Los años de formación profesional estructuran criterios y miradas que difícilmente podamos abandonar. Podremos ir más allá montados en vanguardias o experimentos desarraigados, pero en algún punto para que sea Arquitectura bajo nuestros ojos, para que aceptemos que esas novedades proyectuales responden a constantes que atravesaron a través de piedras y ladrillos culturas diversas por siglos, hay respuestas establecidas antes que las preguntas.
La Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, sobre la avenida Costanera de la ciudad de Córdoba, acercaba en los 60 planteos formales y espaciales corbusieranos ya explorados en la realidad por el maestro francés y por sus seguidores en geografías tan disímiles como India, Japón o Brasil, y en nuestro país en algunas obras contemporáneas como el Centro Cívico de La Pampa (Clorindo Testa, 1955-1965), el Banco de Londres en la city porteña (SEPRA-Testa, 1960-1966), la Biblioteca Nacional (C. Testa-F. Bullrich-A. Cazzaniga, 1962-1993) y la Sede del Instituto de Previsión Social en Posadas (Mario Soto y Raúl Rivarola, 1959-1964). (Nota: éstos últimos con algún lazo con el grupo que diseñó la Escuela)
La riqueza del proyecto debe leerse más allá de las morfologías esculturales y los gestos que por entonces podrían considerarse una moda entre arquitectos. Y es que a pesar de que las formas corbusieranas hayan logrado establecerse como clásicas, constituyen el marco para un verdadero logro espacial acompañado por una lectura activa y progresista sobre la estructura funcional de un colegio secundario y una muy cuidada atención en los materiales y los detalles. Y sólo por éste último punto la obra merecería una distinción: la calidad de las ideas se consolidan en una resolución de la articulación de materiales imaginativa, pulcra y con el sello innegable de una cultura háptica artesana, que hereda gestos muy de nuestra arquitectura de hormigón, madera y piedra en las obras de Wladimiro Acosta, Antonio Bonet y Eduardo Sacriste.
Las aulas transparentes e iluminadas naturalmente arman el ala frente a la ciudad, liberando el gran espacio central del Patio, articulado por los volúmenes con carácter de las rampas y escaleras, los sanitarios, los gabinetes, la biblioteca y en la planta baja el sector de la pileta cubierta. Los enormes brise soleil  y los esbeltos tabiques dejan entrar al cielo cordobés hasta el último de los rincones. Junto al verde grisáceo del hormigón, las pinceladas y revestimientos amarillos y rojos juegan los contrapuntos con los numerosos tonos de la luz del día.
De todas las obras recorridas por el país, es uno de los que me ha impresionado en mejor forma. Por la arquitectura y por ser una escuela con un planteo edilicio sumamente positivo y experimental, con ánimos de complementarse con los cambios sociales en elaboración por entonces. Pero más allá de la originalidad y las particularidades que encontré allí, llevaba el espíritu de los conceptos arquitectónicos que aprendieron los que me formaron a mí, y por consiguiente estaba en plena sintonía con mi propia visión de lo que una obra de arquitectura debiera reflejar: una claridad de operaciones y una apuesta hacia los nuevos vientos para permitir construir una identidad  basada en una cultura que aprende de lo universal para consolidar su propia estructura regional.

Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, 1960-1971
Osvaldo Bidinost, Jorge S. Chute, José M. Gassó, Mabel Lapacó, Martín Meyer
Concurso realizado por el comitente, Universidad Nacional de Córdoba. Argentina

Agradecemos a Sergio Manes por el paseo.
Fotografías de Sergio Manes y Martín Lisnovsky
Editado por el arq. Martín Lisnovsky

 





 





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