¿Habrá en la actualidad un mayor número de personas que crean en los resultados de Google más que en las sagradas escrituras, cualquiera sea su religión? ¿Y más que en las Enciclopedias Tradicionales? ¿Dónde busca la gente la Verdad, y cuantas veces en esa búsqueda encuentra informaciones demasiado acomodadas a la realidad, ya sea para complacerla como para defenestrarla? ¿Quiénes hablan y escriben en nombre de la Verdad? ¿Cómo podremos encontrar elementos objetivos, libres de toda presión, sobrevolando en la Web?
Como pocas, la atractiva película de Alejandro Amenábar nos deja con el cerebro activo; gran parte de las preguntas que aparecen en discusiones con amigos llegan frescas y para mantenerse en el tiempo. Momentos de cambio, una religión que crece exponencialmente y se lleva todo por delante. Defensores de antiguas creencias, religiosas y científicas, intentan permanecer de pie. El Poder y la Ambición empujan todo a su paso, y transforman la verdad en la más elástica de las interpretaciones. Siempre las viejas políticas, diría un periodista amigo.
A algunos de Nosotros, nos deja la sutil sensación que estamos en un momento histórico muy similar.Altamente Recomendada. No se la pierdan.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
6 comentarios:
Siento disentir contigo Martín, pero Ágora, si se busca "la verdad", no es en absoluto recomendable. La historia de esta grandísima mujer está tan tergiversada y manipulada por Amanábar, que ella no se conocería a sí misma. Es imposible que ella descubriese las órbitas elípticas, porque se pasó la vida perfeccionando el sistema de Ptolomeo, que era geocéntrico y de epiciclos. El fanatismo de los cristianos, que existía de verdad, está tan manipulado que cualquier parecido con la realidad de la época es pura coincidencia. De hecho, lo que ocurrió, "la verdad", fue una lucha de poder político y económico (no tanto de religión y ciencia) en la que el obispo quería sustituir en el poder, en todo egipto, a un Imperio Romano que agonizaba. Hipatia se metió por medio apoyando a Orestes (porque estaba metida en política hasta las trancas como consejera personal del gobernador, del que había sido maestra) y muere asesinada, con más de sesenta años, más por esa causa que por otra.
Está tan manipulada la historia, que la destrucción del la biblioteca de Alejandría que se narra es imposible, porque en tiempos de Hipatia, tal destrucción ya había sucedido hacía siglos (de hecho se atribuye a Julio César). Lo que los cristianos destruyen en tiempos de Hipatia es el conjunto del templo de Serapis, en el que se ubicaba la academia.
Lo que Amenábar ha montado es una película que se deja ver, pero que, en absoluto es ni medianamente histórica.
No se trata de comentar para molestar, sino para establecer "la verdad" como tú la has llamado. En otro foro me llamaron de todo (de hijo de ... para arriba) por comentar algo parecido.
Un saludo.
Pues en este sitio te agradecemos con aplausos la aclaración, porque es clara e intenta acomodar los elementos a una historia que se encontraría distante de la realidad. De todas maneras, lo que quería recalcar no es la historia en sí sino el manejo de la información y su uso para apuntalar ambiciones de otro tipo. Es lo que vi en la película y, en virtud de esta "desviación histórica", la obra de Amenábar parece demostrar esa misma teoría. Después de leer el Código de Arquímedes y entender como la historia ha llegado a nuestros días, los rompecabezas de esa época me cierran cada vez menos. Muchísimas gracias por tan exhaustivo comentario. Un Saludo
"en la que el obispo quería sustituir en el poder, en todo egipto, a un Imperio Romano que agonizaba..." es exactamente lo que se ve en la película. Con la excusa de la religión, la toma del poder. Sr. Ladrillo, que no le parezca conveniente el tono no significa que usted o Amenabar tengan razón, pero en su defensa, que incluyen argumentos que apoyo, creo que no invalida el sentido general de lo que se quiere contar. Que nos moleste es otra historia...
Gustavo.
La película, a mí no me molesta en absoluto. La fui a ver el día después del estreno, con unas colas horribles, porque además de arquitecto soy profesor de Física y de Matemáticas desde hace más de 17 años, y astrónomo aficionado desde hace más de 20, y un enamorado de la figura de Hipatia como sabia pensadora donde las haya desde siempre. Y me lo pasé bien, pero nada más. Me decepciónó la película porque esperaba muchísimo más de ella. Por cierto, ya que estamos entre arquitectos, la ambientación arquitectónica es nefasta, porque quiere mostrar tantos estilos arquitectónicos que lo mezcla todo sin sentido.
A lo que iba. A mí no me molestó, me desilusionó por la imagen previa que me había hecho de lo que iba a ver.
Lo que sí que me molesta es que mucha gente que, como decía Martín, tiene muy poquito criterio y busca "la verdad" en Internet, ha tomado la película, no como lo que es (una película y, por tanto y sobre todo, ficción), sino como una tesis histórica irrebatible. Hay foros y entradas tipo wikipedia en las que ya se da por histórico lo de la película, en vez de la realidad. Eso es lo que me molesta, que no se sepa discernir que las ficciones son para pasar el rato y no para establecer hechos históricos... Y los hechos históricos, se ponga como se ponga el que sea, ni se aproximan a lo que se presenta en la película.
Un saludo.
Ladrillo:
Tu comentario sobre la película es exactamente lo que me pareció ver como tema principal "en" la película. Que en hoy día mucha gente se pasee -mas por comodidad que por otra cosa- buscando verdades en peliculas, artículos sueltos en la web, diarios y demás fuentes bañadas en subjetividades y con poca profundidad de estudio construirá la base de solidificación de hechos históricos que no han existido jamás. Algunas se rebatirán, pero otras quedarán.
Gracias por el comentario y Gustavo, hasta las verdades mas rigurosas se quiebran si van acompañadas de alguna falsedad. Hay mucho de ello en los relatos históricos.
Que difícil es hablar de hechos istóricos sin ofender a nadie por la religión...a veces parecen incompatibles. saludos a todos
Publicar un comentario