lunes, 31 de marzo de 2008
SC 60: El Urbanismo del Imperio Romano respira en la Utopía Enchufable de los '60
1- Foros Imperiales Romanos, plano según Canina 1834
2- Peter Cook [Archigram]. Plug-in-City 1964
El caos de la solución parcial en la articulación independiente de cada una de las partes, une el mejor pasado del Imperio de los Césares con la visión utópica de los británicos Archigram.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky.
SC 59: Miguel Angel en California, un Reflejo Infinito de su Escalera Florentina
1- César Pelli + A.J.Lumsden (para el estudio DMJM). Núcleo Urbano en Sunset Mountain, Santa Mónica 1965.
2- Michelangelo Buonarroti. Escalera de Acceso a la Biblioteca Laurenziana, Florencia desde 1524.
Primero de los dos SC inspirados en las imágenes futuristas presentadas días atrás, dedicado a la blog-lectora Mayra quien puntualizó la relación que hoy mostramos. Gracias por la colaboración.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky.
sábado, 29 de marzo de 2008
El Futuro de la Arquitectura a través de la mirada del Siglo XX - parte 2
Grandes Estructuras, Espacios Inflables, Viviendas Descartables, Ciudades Nómades, Trapos de Fibra de Vidrio, Queseras que atrapan Ciudades, Satélites Burbujas, Naturalezas Mecánicas, Analogías Tecnológicas, Geometrías Infinitas e Irrespetuosas, y hasta algunos ejemplos construídos. Cuando la mente se libera de los realidades sociales y tecnológicas del presente o incentivados por sus necesidades, la creatividad no encuentra mas límites que lo que pueda demostrar el lápiz. Segunda parte del futuro visto desde el pasado, esta vez con Kenzo Tange, Archigram, Wright, Fuller, Kikutake, Superstudio, Kiesler y Lautner. Buen Fin de Semana.
Las imágenes fueron tomadas de la página: http://www.fabiofeminofantascience.org.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
jueves, 27 de marzo de 2008
El Futuro de la Arquitectura a través de la mirada del siglo XX – parte 1
El Futuro ya llegó. El Futuro es Historia. Si creen que el impacto digital fue el primero en promover cataratas de imágenes futuristas, lamento contradecirlos. La revolución industrial, el hacinamiento en las ciudades, la tecnología creciente, la carrera espacial, todos esos empujes a la imaginación se tradujeron en gráficas futuristas, alguna de ellas más o menos serias. Julio Verne es el primero en rechazar las palabras de Kahn que citamos más abajo. Se puede proyectar el futuro aunque aún falte tecnología por desarrollar (a veces sólo hace falta un cambio social mas que tecnológico). El Submarino y el Viaje a la Luna sucedieron tiempo después que sus escritos, como bien saben. Y el aspecto de los bocetos no difieren mucho de la realidad posterior. Pero nunca, por supuesto y es a lo que se refiere Kahn, se puede tener la certeza del aspecto.
Creo que para construir el futuro, inicialmente hay que proyectarlo, y eso significa en primer lugar prevenir relaciones a través de sigilosas lecturas del presente. Puede que eso mismo modifique el futuro, anticipe errores o despierte ideas mejores. El ejercicio de ir y venir entre el presente y el futuro incierto es un delirante y sano ejercicio. Nosotros lo hacemos habitualmente, sólo que el futuro en nuestro tablero no suele superar los dos o tres años. Ubicarse Medio Siglo más allá es tirarse a la pileta sin estar seguros de que haya suficiente agua, pero es la única opción cuando necesitamos aprender a nadar.
La próxima entrada más imágenes. En cada archivo el nombre de las referencias.
Las imágenes fueron tomadas de la página: http://www.fabiofeminofantascience.org, donde encontrarán muchísima información sobre estos universos escondidos.
KAHN Y EL FUTURO
“Conversaciones con estudiantes” extracto. Charla en la Universidad de Rice, 1964
Tomado de Architecture in Rice, edición de Peter C. Papademetriou, 1964
¿Cómo será la arquitectura dentro de 50 años?
No se puede prever.
Esto me recuerda una historia. La Compañía General Electric me pidió que les ayudase a diseñar una nave espacial, y el FBI me autorizó a hacerlo. Tenía entre manos todo el trabajo que podía hacer, pero aún así me sentí capaz de hablar de esa nave espacial. Me reuní con un grupo de científicos en una mesa muy larga. Eran personas muy pintorescas, que fumaban en pipa y tenían bigotes entrecanos. Resultaban extraños, personas que no eran corrientes en ningún aspecto.
Uno de ellos puso una ilustración sobre la mesa, y dijo: “Señor Kahn, queremos mostrarle el aspecto que tendrá una nave espacial dentro de cincuenta años.” Era un dibujo magnífico, un dibujo bonito, con gente flotando en el espacio y con un aparato elegante y de aspecto complicado flotando también en el espacio. Y con ello te sientes humillado. Entiendes que el otro tipo sabe algo de lo que tú no sabes nada; y que ese tipo brillante te enseña algo y dice: “Este será el aspecto de una nave espacial dentro de cincuenta años”. Y yo dije inmediatamente: “No tendrá ese aspecto.”
Entonces acercaron las sillas a la mesa y dijeron: “¿Cómo lo sabe?” les dije que era sencillo.
“Si ustedes saben qué aspecto tendrá una cosa dentro de cincuenta años, es que pueden hacerlo ahora. Pero no lo saben, porque el aspecto que tendrá una cosa dentro de cincuenta años será el que sea.”
Hay ciertas naturalezas que siempre serán verdad. El aspecto que tendrá una cosa no será el mismo, pero a lo que responde sí será lo mismo. Es un mundo dentro de otro mundo; eso es lo que será siempre. Cuando tenemos un recinto, será distinto de lo que está afuera. Y lo será porque su naturaleza es así…..
Alexandra Latour. Louis I. Kahn. Escritos conferencias y entrevistas
El Escorial. El Croquis Editorial 2003
miércoles, 26 de marzo de 2008
Conversaciones con Jean Prouvé: Una Sincera Mirada Interior al Siglo XX
“Conocí a muchos arquitectos..eso no quiere decir que comprendieran lo que yo hacía, pero descubrían en mí la imagen de una modernidad que ellos mismos buscaban pero no encontraban…”
Caso raro el de Jean Prouvé. Enfrentó el siglo XX con el ímpetu del ingeniero y la habilidad del arquitecto modernista propios del siglo anterior. Las idas y vueltas no desplazaron su actitud y su ética, a pesar que atravesó las violencias políticas de las guerras. Fue siempre el mismo Jean Prouvé.
Pero en realidad no era ingeniero ni arquitecto. Era un artesano que dominaba su oficio, y como tal disfrutaba del trabajo, de alcanzar los objetivos. “Lo que pensábamos un lunes se estaba armando el martes…” frase que está por allí, en el medio del libro.
Este librito -que adelantamos unas letras hace días y hoy lo recomendamos firmemente- refleja en tono de conversación -aunque la misma fue armada como un collage-, su historia que es también la historia de la arquitectura contemporánea.
Al estar ligado al hecho constructivo, sus observaciones y sus respetos hacia los maestros son por demás precisos. Quizás junto a Le Corbusier podrían barrer todo el abanico de caminos proyectuales. Por eso se admiraban mutuamente. Algunos libros intentan realzar la figura del personaje. Acá alcanza sólo con dirigir un poco de luz. En la suave y apasionante lectura caerán varios mitos y verdades, y les aseguró no los defraudará.
EL MUNDO DE LOS ARQUITECTOS [extracto]
El período que va de 1924 a principios de la década de 1930 fue muy emocionante para mí: la creación vivió entonces una época de reconocimiento: Fue la época de la Bauhaus, la época en que Le Corbusier se expresaba con virulencia, en que Perret estaba activo, en que se percibía una corriente de adquiescencia por todo lo que podía ser novedoso. Todo ello empezó a difuminarse a partir de 1932, cuando el espíritu académico arremetió de nuevo con intensidad….
Durante ese largo período, coincidí con gente fabulosa, con Konrad Wachsmann, Walter Gropius, a quien conocí muy bien, con Eero Saarinen, Richard Neutra, Marcel Breuer, Frank Lloyd Wright, Alvar Aalto, todos los grandes de la época. Les vi en Estados Unidos o en Francia, Wright visitó la Maison du People. Se quedó con la boca abierta. Hay recortes de periódicos que dan fe de ello…
Soy más o menos de la misma generación que Adolf Loos, aunque creo que él era mayor. Me sentía cercano a Gropius, lo que no quita que, a finales de su vida, Gropius diera un giro, cambiara su manera de pensar, de actuar. Es bastante curioso observar la cantidad de arquitectos a los que les ocurre lo mismo. Philip Johnson, por ejemplo. Me pregunto qué le pasa y por qué motivo. Yo viví todos esos cambios y el más característico fue el de Saarinen. Acababa de realizar los edificios de la General Motors, que, por lo demás, era un complejo muy bello, magníficamente urbanizado, perfectamente ejecutado. Coincidí con Saarinen en Brasil. Me confió que estaba harto de hacer terrones de azúcar. Fue entonces cuando construyó el edificio de la TWA en el aeropuerto Kennedy: un edificio muy del estilo de 1900, sin duda un edificio que podría haber pensado, dibujado y ejecutado alguno de los miembros de la Escuela de Nancy. Esa especie de cáscaras no eran más que para hacer algo distinto a lo que había hecho hasta entonces. Por otra parte, su utilización del hormigón era muy diferente. El hormigón permite hacer nervaduras, era lógico emplearlo de ese modo. Pero subyace la sensación de que lo habrían podido pensar gente de principios de siglo…
Yo tenía muchas ideas en común con Wright…Con todo, había una tendencia formalista dominante en su obra. Era un poeta. Aunque propuso algunas construcciones notables. Sus construcciones en forma de paraguas eran muy interesantes. Era un constructor. Cuando dicen que había algo de formalismo en él, tengo la sensación de que lo mismo se puede decir de todos los que construyeron algo. Le gustaba la ornamentación. Sabía lo que quedaba bien y lo que no. Cuando ponía ladrillos sobre el hormigón, era porque quedaba bien. Aunque recuerdo conversaciones con Le Corbusier en las que decía: “No veo porqué no deberíamos hacer cosas que queden bien”...
En el caso de Renzo Piano, creo que la composición arquitectónica proviene de las tripas. Una anécdota cerca de Beaubourg. Fue el primer concurso internacional que se realizó en Francia. Inesperadamente me nombraron miembro de un jurado internacional que contaba entre algunos de sus miembros con Emille Aillaud, Philip Johnson, Oscar Niemeyer…El proyecto se aceptó por unanimidad menos un voto. Así que ganaron Renzo Piano y Richard Rogers con un proyecto elegante y astuto. Pero eran extranjeros y eso desencadenó unas intrigas terribles. Basta recordar la asociación “El gesto arquitectónico”, los titulares de la prensa del tipo: “El proyecto seleccionado para Beaubourg, una arquitectura que no va a marcar una época.” Estoy convencido de que todo eso iba dirigido hacia mí. Además, dijeron, “¡El presidente del jurado no es arquitecto!”. Es todo un milagro que acabara construyéndose…
Le Corbusier era un hombre duro. Para trabajar con él, se tenía que pagar. Yo creo que Candilis hacía lo mismo (antes en el texto, se refiere a Charlotte Perriand). Sí, los extranjeros que venían a trabajar con él debían pagarle. La gente no quiere creerlo, pero es así…en el caso de Le Corbusier no era codicia. Lo que ocurre es que no disponía de ingresos, no tenía otros ingresos que los derechos de sus publicaciones, carecía de encargos, y con eso podía ganarse la vida.”
Armella Lavalou (ed.)
Conversaciones con Jean Prouvé.
Barcelona, 2005, Gustavo Gili
Original: Jean Prouvé par lui-même. Éditions du Linteau, 2001
Tomado de reportajes y videos de finales de 1982
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
lunes, 24 de marzo de 2008
El Arte de Hiroshige, una Tormenta de Ideas para los Tiempos de Cambio
El Arte de Hiroshige Ando (1797-1858), que reflejaba en pinturas y grabados la cultura de Edo (la actual Tokio) fue una verdadera Tormenta de Ideas cuando el intercambio comercial entre Japón y Occidente se inició oficialmente a mediados del siglo XIX. Cuánto de las vanguardias pictóricas y de las articulaciones espaciales se adivinan en estos dibujos es algo que los puede entretener un buen tiempo.
Les recomendamos la página donde se encuentra una gran información sobre su obra: http://www.hiroshige.org.uk/
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
sábado, 22 de marzo de 2008
Jean Prouvé: el Artesano que une al Modernismo con los Tiempos Actuales
Hemos mencionado, en oportunidades recientes, líneas en común entre el diseño del Art Nouveau-Modernismo y algunos caminos de la actualidad. Una figura enlaza ambos mundos en forma directa, demostrando la validez y actualidad de aquellas enseñanzas, y alejando su imagen de simple eco decorativo. Como adelanto del próximo libro recomendado, un breve texto donde el maestro Jean nos recuerda los primeros años junto a su padre Victor y las enseñanzas de la Escuela de Nancy.
EL OBRERO FORJADOR [extracto]
Sólo soy un obrero. En el fondo, partí de ahí, y pienso que todo lo que he hecho en la vida, lo he hecho muy sencillamente, sin plantearme preguntas demasiado profundas.
Nací en París, pero mis padres regresaron enseguida a Nancy. Era la época de la creación de la École de Nancy. Mi padre [Victor Prouvé] era pintor, además de un artesano excepcional. Era de los que asocian instantáneamente el pensamiento con la acción manual. Ya desde muy pequeño, digamos a los cinco o seis años, vivía la actividad de la escuela. A la salida del colegio iba al taller de mi padre y allí me encontraba con todos los miembros de la École de Nancy. Era algo excepcional y hoy en día seguiría siéndolo. Mi padre era muy amigo de Émile Gallé, el maestro vidriero y fundador de la escuela, de quien yo era ahijado. Mi padre sucedió a Gallé como líder del movimiento artístico preconizado en la École de Nancy cuando éste murió en 1904.
Todos ellos veneraban el mundo obrero y preconizaban una estrecha colaboración entre industriales, artistas y artesanos. Eran revolucionarios en todos los sentidos, principalmente desde la producción industrial en serie. Socialistas antes de tiempo. Su idea era que todos los objetos tenían que ser de calidad, que toda arquitectura debía ser de su época. Su regla principal, cuya aplicación ha sido mi desvelo, era la siguiente: “El hombre está en la tierra para crear”. Es decir, no copiar jamás, no plagiar jamás, mirar siempre hacia el futuro en todas las cosas… Se trataba de una regla absoluta.
Consideraban que ello no era posible sin un importante bagaje cultural, sin un conocimiento total del pasado. Cuando se crea, se debe saber lo que se ha hecho hasta el momento. Una época, y el modo de pensar de cada época es distinto.
Para apoyar sus ideas, los artífices de la École de Nancy indagaron cuál era la mejor fuente de inspiración y la encontraron en la contemplación de la naturaleza. Recuerdo que mi padre me decía: “¿Ves cómo se une la espina al tallo de esta rosa?”. Y, al hacerlo, habría la palma de su mano y recorría con el dedo su contorno: “Mirá, como el pulgar de la mano. Todo esto está bien hecho, es sólido, son formas de resistencia equivalente y, a pesar de todo, son flexibles”.
Esto se me quedó para siempre. Si mira alguno de los muebles que he hecho, verá que en casi todas partes hay un diseño de elementos que se afinan: los perfiles son de resistencia equivalente, es decir que son más fuertes allá donde más trabajan. Probablemente sea esto lo que conservo de la influencia de la École de Nancy. Luego salí de ella, evolucioné. Evolucioné porque ellos me habían enseñado que había que evolucionar…”
Armella Lavalou (ed.) Conversaciones con Jean Prouvé. Barcelona, 2005, Gustavo Gili
Original: Jean Prouvé par lui-même. Éditions du Linteau, 2001
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
jueves, 20 de marzo de 2008
Encuesta 13: La obra construída del OMA de Rem Koolhaas
Exponemos luego de un mes de pujante lucha por los primeros puestos, al ganador que finalmente sacó en los últimos días una considerable ventaja: esculpido por el intelecto de un grupo virtuoso, el Auditorio de Oporto es mucho más que una morfología de fósil mineral, logrando aportar un aire fresco en los espacios interiores y en los recorridos, angustiantes e invocadores de sentimientos.
Aplausos para el equipo de proyecto, pueden pasar a retirar su premio: una foto mía con la camiseta de Independiente, autografiada y especialmente dedicada. Aplausos por lograr salir victoriosos entre lo mejor del estudio más admirado según la encuesta anterior.
Les agradecemos por haber participado y como siempre quedan invitados a una nueva contienda, una verdadera instigadora de archivos: Las casas de Frank Lloyd Wright.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
martes, 18 de marzo de 2008
SC 58: Expo en París, Wright, Rogers y Foster, la familia Panóptico-Laboral unida
Sin Comentarios nº 58, dedicado a una familia muy normal.
1- Edificio Principal. Exposición Internacional de París, 1855
2- Frank Lloyd Wright. Edificio Larkin, Buffalo 1902-1906
3- Richard Rogers. Lloyds Building, Londres 1978-1986
4- Norman Foster. HKSB Headquarters, Hong Kong 1979-1986
Las generaciones se han unido. Planta libre con un corazón espacial de varias alturas, donde todos se esmeran en no olvidarse del otro. La planta, despojada de columnas y cerramientos intermedios, invita a los servicios y a las circulaciones verticales a abrazarse por fuera de su perímetro, expresando en el exterior su fuerza y su carácter. Perdón si por cuestión de espacio (o más bien de tiempo) dejamos sin nombrar a otros personajes del mismo árbol genealógico; pasa hasta en las buenas familias.
(Primo) 5- Louis I. Kahn. Laboratorios Médicos Richards, Filadelfia 1957-1965
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
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