lunes, 24 de mayo de 2010

Argentina Bicentenaria: La Reapertura del Teatro Colón de Buenos Aires



Era muy evidente la emoción del Director -Maestro Carlos Vieu - y de los músicos de la Orquesta Estable, del Maestro preparador Marcelo Ayub y de los cantantes del Coro Estable, y de todos y cada uno de los asistentes al Concierto Extraordinario del Teatro Colón de Buenos Aires, el pasado jueves 6 de mayo de este año 2010 en que celebramos el Bicentenario de la Argentina.
El sostenidísimo aplauso fue un homenaje del público a los artistas que con nobilísima dedicación, volvieron a envolver la Sala con la magia de la música y el espíritu de su arte. Para que ellos puedan crear esa magia fue diseñado y construído el Colón en el siglo XIX y también, cien años después, para esa magia se lo restauró.
Pero el Concierto, más allá de cualquier cuestión política, había sido ofrecido y dedicado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Ing. Mauricio Macri, a todas las personas, empresas y organismos que trabajaron en la obra, y en plena emoción, los músicos invirtieron el sentido de la ovación y ellos mismos, espontáneamente, aplaudieron al público, como si estuvieran agradeciendo el esfuerzo realizado, mucho más allá de las circunstancias y de los trabajos

contratados, para que el Teatro recupere su esplendor y se proyecte al siglo XXI con la tecnología más avanzada. Y en medio de los aplausos recíprocos, alguien, saliendo de la extrema sobriedad ceremonial, lanzó un grito que sintetizó magistralmente aquello que unía todas las emociones: ¡Viva el Colón!
Sí, ¡Viva el Colón!, porque el Colón no es sólo el santuario porteño de la ópera, del ballet y de la música sinfónica: es también el mejor símbolo de nuestra más alta vocación por la más alta cultura. Y desear que el Colón viva es desear que el sueño y el proyecto de que nuestra tierra sea un solar hospitalario para la cultura, atraviese los siglos.
Hacía tres años y medio que la sala del gran teatro había suspendido sus actividades para que una multitud de restauradores, de artistas, de artesanos y de obreros le devolvieran el brillo y la calidad de sus mejores días. Además, el Colón había sido consolidado estructuralmente, aislado del ruido ambiental urbano, renovado en sus instalaciones, convertido a la era digital, protegido con alta tecnología contra los riesgos de incendio y actualizado en su maquinaria teatral a la altura del nuevo siglo.
Y quizás no habría podido elegirse ninguna otra obra musical que la Novena Sinfonía de Beethoven para volver a disfrutar de su excepcional acústica, que tanto ha contribuido para ubicar al Colón, a Buenos Aires y a la Argentina en el mapa más exigente de la cultura musical. El Director, el Maestro Pedro Pablo García Caffi, puede estar orgulloso.
En especial, no podría haber habido mejor culminación que el Himno a la Alegría, no sólo para festejar la resurrección del Colón, sino también para hacerlo con el mensaje trascendente que siempre fue el suyo: la alegría de la unión fraternal: "Tu magia reúne / lo que la costumbre dividió con fuerza; / todos los hombres serán hermanos, / bajo tus alas bienhechoras".
Soñado por el Intendente Torcuato de Alvear en 1884, diseñado por el arquitecto marchegiano Francesco Tamburini en 1889, construído entre 1890 y 1908, inaugurado con Aída de Giuseppe Verdi el 25 de mayo de 1908, completado para el Centenario de la República Argentina en 1910, el Teatro Colón es fruto de la imaginación y de la capacidad técnica de Tamburini, de Vittorio Meano y de Jules Dormal, los tres arquitectos que se sucedieron en la dirección de las obras. Y también, de una cantidad de arquitectos, ingenieros, artistas, técnicos y expertos que contribuyeron a hacer de él una obra maestra: Ortúzar, Selva, Maschwitz, Newbery, Susini, Calaza...
Al llegar al siglo XXI el Colón estaba en grave peligro y muy desactualizado. Urgía intervenir. Casi como un milagro, las gestiones políticas lo comprendieron con suma responsabilidad: un gobierno inició las acciones y otro las concluyó con renovada energía. No sería justo omitir en esta historia los nombres de los Jefes de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra y Mauricio Macri. Y con mayor razón todavía, es necesario destacar la vocación de bien público y la capacidad de gestión de quienes tuvieron papel político fundamental en el inicio y el desarrollo y culminación: los Ministros, arquitectos Silvia Fajre y Daniel Chaín.
Y ya en lo estrictamente técnico, es fundamental destacar el diseño del emprendimiento y de su desarrollo a cargo de la arquitecta Sonia Terreno, cuya notable capacidad y dedicación supervisó hasta los mínimos detalles, el minucioso y eficaz gobierno de las obras desde la Unidad de Proyecto Especial presidida por el Ing. Sebastián Maronese, e integrada también por el Arq. José María Cacciola, y la propia Arq. Terreno, la gestión inicial del Arq. Álvaro Arrese y el posterior gerenciamiento de las obras a cargo del Ing. Rodolfo Seminario, la siempre esforzada labor del Arq. Andrés Schulman en los muchísimos proyectos específicos y de un conjunto de asesores efectivos en restauración –como los arquitectos Eduardo Scagliotti, Bettina Kropf y Myriam Ferreira-, en consolidación estructural -como los Ing. Javier Fazio y Eduardo Cotto-, en acústica -como los ingenieros Rafael Sánchez Quintana y Gustavo Basso-, en prevención contra incendios -como el ing. Miguel Ruoti-, en climatización -como el ingeniero Julio Blasco Diez-... la nómina es larguísima.
Entre el año 2001 y este 2010, las obras suscitaron interés en la opinión pública, desde la genuina preocupación cívica por una obra tan compleja en medio de las peripecias políticas, económicas y sindicales, hasta el alarmismo irresponsable, técnicamente injustificado y éticamente reprochable por la utilización mendaz de argumentos insostenibles. Pero la obra triunfa por encima de sus circunstancias.
La admirable Elisabetta Fabbri, la arquitecta que ha intervenido con tanto acierto en la restauración de Alla Scala de Milán, de La Fenice de Venecia, del teatro de Bari y del San Carlo de Nápoles, ha dicho que en nuestro caso "se ha conservado la autenticidad a un máximo obsesivo", que "el principal logro es haber dotado al Colón de la más moderna tecnología, sin destruir parte del monumento tal como se hizo en La Scala, donde se demolió la torre escénica. Lograr adaptar la modernidad a las piezas originales de la construcción implica un tremendo esfuerzo" y que "en Italia no hemos sido capaces de realizar una reconstrucción semejante. Por eso, el Colón, con esta monumental obra de restauración, se convierte en un caso paradigmático para el mundo entero". Es una opinión de gran autoridad.
Si así nos ven desde el conocimiento profundo de las dificultades de restaurar un gran teatro lírico, si así nos ven desde el mundo...entonces...¡Viva el Colón!. Tal vez el teatro nos ayude no sólo a recibir y producir la mejor música nuestra y del mundo, sino también a unirnos fraternalmente para alcanzar los logros que necesitamos para honrar a nuestros mayores, para construir un futuro mejor para nuestros hijos y para ocupar con dignidad nuestro lugar en el mundo.
Que la reapertura del Teatro Colón, este 24 de mayo de 2010 sea el inicio de una verdadera reapertura mental al entendimiento y al emprendimiento para unirnos a todos...y que su magia reúna lo que la costumbre dividió con fuerza, para que todos los hombres y mujeres sean hermanos, bajo sus alas bienhechoras.

arq. Gustavo A. Brandariz

Agregamos la fotografía de los profesionales que intervinieron en la restauración, e imágenes y links sobre la fiesta "exterior" de reapertura, el lunes 24 de mayo desde las 19.30hs
Transmisión oficial por TV: www.tn.com.ar/2010/05/24




11 comentarios:

Dana dijo...

Maravilloso Trabajo!!! El Colón se ve tan Reluciente!!!! Los Felicito a todos y espero ansiosa la gala de hoy a la tardecita!!!!!!!!

Anónimo dijo...

No hay que descuidar la cultura, pero antes tiene que comer mucha gente, hay que ver donde metemos la plata en el bicentenario...

Carlos Zeballos dijo...

Magnífico monumento argentino, latinoamericano.
Mis felicitaciones.
Un abrazo

Martín L dijo...

He participado anoche del espectáculo de inauguración en la fachada hacia la 9 de Julio. No recuerdo tanta gente, tratándose con tanto respeto, tan emocionada y deslumbrada ante el magnífico show que tuvo al teatro como pantalla y a un escenario montado sobre la calle como segundo epicentro. Cómo se ajustaba cada dibujo de la imagen con los elementos de la fachada, con la música mientras se sucedían los artistas y la estela de la historia que nos legaron. Todos cantando el himno, disfrutando la proyección de la velada que se desarrollaba en el interior, muy orgulloso de haber estado con mism hijos allí anoche. Y lo más increíble: la gente, mientras esperaba el momento de inicio, tarareaba piezas clásicas...EL HIMNO A LA ALEGRIA TARAREADO POR TODOS!!!!!!!!!

Julieta T dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡QUE GROSSSO!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

papelon que no se haga un analisis mejor a nivel social de lo que paso en el show este.
papelon de quien la escribe. arquitectura mas historia... historia no es una mera descripcion de los hechos sino analisis de los mismos y eso carece la nota.

Martín L dijo...

Anónimo enojado: Este escrito fue enviado antes de la reapertura, con un claro mensaje de agradecimiento y de reconocimiento al trabajo de los profesionales que formaron parte de la obras. Con motivo de la emocionante e histórica velada, e sumado al otro día de la publicación original imágenes y videos, pero si lees correctamente el artículo y los comentarios el espíritu de la nota esta claro en su objetivo. En este caso, quizás, lo he desvirtuado levemente con ls imágenes que actualmente lo visten

Ignacio dijo...

Una pena que no hayan estado las autoridades nacionales, que se llenanron la boca hablando de una unidad que no existe; y que haya habido otros actos en los demás escenarios a la misma hora de este insuperable evento. No hace falta mucho para darse cuenta que la reapetura del Colón fue lo mejor que se hizo para el bicentanrio. Aunque también es una pena que no haya presupuesta para obras nuevas.

Anónimo dijo...

Felicito a todos los que trabajaron para hacer posible la puesta en valor y la reapertura del Teataro colon, uno de los grandes tesoros arquitectonicos del mundo y un orgullo para nosotros. (Lamento que algunos no puedan apreciar el valor que tenemos, pero eso habla y corre por cuenta de ellos)Gracias por su trabajo y dedicación!

Javier F dijo...

Habiendo participado de estos trabajos durante 8 años y con 3 administraciones de la Ciudad, se suma a la emoción de la única verdad que es la realidad :-) (el teatro reabierto y luciendo como nunca) la felicidad de ver que gente como la que hace este blog se ocupe desinteresadamente de resaltarlo, con tanta seriedad, profesionalismo y buen gusto. Bienvenidos también los comentarios críticos, que para eso es la Web 2.0, pero sugiero menos agresividad y algún fundamento...
¡Felicitaciones por el blog!

Martín L dijo...

Muchas Gracias por tus palabras, Javier F. Pero no soy ningún desinteresado: el Teatro Colón es parte de la Cultura donde vivo, y es parte también de esa cultura alegrarnos y aplaudir los logros realizados con tanto cariño y profesionalidad. Y Gustavo Brandariz, quien escribió el artículo, es integrante del equipo del Plan de Obras y desde el agradecimiento y el orgullo hacia cada aporte personal y grupal esgrimió estas líneas. Hacía tanto tiempo que no percibíamos un orgullo colectivo de esta magnitud!! La Fiesta de Reapertura lo expuso claramente!!!!

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