“…los maestros de la arquitectura moderna…o creían sinceramente en una metodología arquitectónica ahistórica, y por tanto en una enseñanza no historicizada y tenían entonces el deber de formular una gramática y una sintaxis para la arquitectura moderna, sustituyendo los preceptos académicos por doctrinas nuevas y más actuales, basándose en el ejemplo de los intentos de Schönberg, Brecht, Eliot, y, a su modo, Van Doesburg; o bien creían en una metodología histórica del quehacer arquitectónico, comprendiendo en él su propio quehacer, y entonces tenían el deber de formular este nuevo método y, antes de suprimir la historia del Bauhaus o ponerla en cuarentena, debían convertirse ellos mismos en historiadores, atravesando los evidentes enunciados funcionalistas, tecnicistas y formales, e instrumentando una crítica apta para penetrar en la realidad arquitectónica a todos los niveles, de la planificación del territorio, a la moldura y al signo más diminuto de la imagen.”
Bruno Zevi, La historia como metodología del quehacer arquitectónico, discurso pronunciado en la Universidad de Roma en diciembre de 1963.
Fotografía: casa del Maestro Gropius, Walter Gropius, 1925-1926, Dessau
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
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