sábado, 14 de junio de 2008

El Palazzo della Mostre en Torino, un Trabajo Italiano











Sobre reciclajes... de arquitectura...y cine ( y de autos, por qué no?)
La escena se repite, un trío de autitos Mini escapando.
En la película más reciente, el waltz original de los pequeños por interiores turinenses se transforma en la acrobacia al volante, donde la estética pierde en la pelea frente a la velocidad. Si antes era interesante ver las rueditas desplazarse sobre mármoles y crepidomas ahora el subterráneo presenta el desafío visual máximo ante la dificultad de vencerlo.
Tal vez para nosotros arquitectos la historia pierda riqueza, pero habrá opiniones encontradas sobre la disputa que se presenta al tener que elegir entre el ayer y el hoy de los ladronzuelos motorizados. Sin embargo, quedará algún lugar a dudas sobre la intervención en este maravilloso exponente de la estructura de cáscaras de hormigón armado que imponente se nos presenta como el patio de juegos para los vehículos que recorren su geometría traviesamente.
Palazzo delle Mostre, Turín, Italia, 1961.
El Palacio de las Muestras o Palavela es un edificio proyectado por el ingeniero Franco Levia y los arquitectos Anibal y Jorge Rigotti en vísperas de la exposición “Italia 61” por el primer centenario de La Unitá d’Italia, al igual que el vecino Palacio del Lavoro de Pierluigi y Antonio Nervi.
El proyecto original, en el cual se fundaban la estructura y la arquitectura, era bastante inusitado, caracterizado por vitrales laterales extremadamente amplios en forma de vela, de donde adquiere su nombre, una planta hexagonal inscripta en un círculo de 130 m de diámetro cubierta por tres bóvedas que se interceptaban y una estructura portante, de 29 metros de alto, de hormigón armado constituida de tres arcos anclados a tierra en los tres vértices del hexágono, con tensores subterráneos de arriostre.
La osadía estructural y síntesis espacial, y de cerramiento, se apoyan claramente en la escala necesaria para albergar la función de una exposición, bien sabido es, que a lo largo de la historia de la arquitectura han sido los pabellones de exposiciones las oportunidades ideales para experimentar tanto con nuevos materiales como con novedosas y grandilocuentes formas de utilizarlos (Crystal Palace, Torre Eiffel, Pabellón del Espirit Nouvea, etc)
Viendo tanto las imágenes exteriores como las interiores, reconocemos en esta pequeño contemporáneo de la Ópera de Sidney (Jorn Utzon, 1959.1973), símbolo del nuevo impulso conjunto que por entonces desarrollaban arquitectos e ingenieros resolviendo geometría, estructura y poesía.
Hoy las imágenes exteriores retratan la construcción de un edificio completamente distinto por debajo del cobijo de estos gajos etéreos. El mismo corresponde a un estadio de patinaje artístico sobre hielo y carreras de trineos a alta velocidad, con el fin de servir a las Olimpíadas de Invierno del 2005.
Observando los retratos de esta nueva intervención es que conceptos sobre el reciclaje y conservación del Patrimonio heredado vienen a mi memoria:
“Más allá de su inestimable valor cultural el patrimonio arquitectónico de Europa ayuda a todos los europeos a tomar conciencia de una historia y un destino comunes. Su preservación es, por lo tanto, un asunto de vital importancia.
.......Dado que estos tesoros son el bien común de todos los pueblos europeos, estos tienen el deber común de protegerlos de los crecientes peligros que los amenazan: abandono y ruina, demoliciones premeditadas, nuevas construcciones no armoniosas y tránsito excesivo...
...asignar a los edificios fúnciones que, respondiendo a las necesidades de la vida contemporánea, respeten su carácter y garanticen su supervivencia...”
Declaración de Amsterdam, UNESCO

Una película es una serie de imágenes, tintas, colores, plasmados en cintas, que con la luz adquieren vida y con la oscuridad duermen, siempre plausibles de ser resucitados, recordados con la misma intensidad de la vez primera.
La arquitectura, sin embargo, en fotografías no conserva la cuarta dimensión del movimiento, la percepción periférica de la vista humana, y mucho menos , la sensación del pecho que se infla ante la contemplación de un espacio que nos conmueve. Los videos, tampoco aparentan ser suficientes, mil veces vistas las imágenes de la Plaza de San Pedro, nada se compara a sentirse envuelto por la columnata divina.
En conclusión, la arquitectura, para sobrevivir, para transmitir su legado, no tiene más opción que conservarse, preservarse, subsistir, y no subsistir a gatas, en un respirador artificial donde apenas se pueda reconocer la personalidad de aquel ser dormido, sino vital, despierta, radiante, original.
El Palazzo delle Mostre, de muchas formas, hoy ya ha muerto y sólo podemos ver una lápida de bóvedas de hormigón por sobre las ruinas de un cuerpo que alguna vez existió.
Entre cine, diseño industrial y arquitectura, no puedo dejar de pensar que ha sido esta última a quien más se le ha robado, en este trabajo italiano.
Las imágenes fueron tomadas de la web y podrían tener derechos.
Escrito y Desarrollado por la arq. Mariana Rodriguez Cáceres.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky

3 comentarios:

arq. Martín Lisnovsky dijo...

Aplausos miles para Mariana que logró un artículo ingenieso y pulido a partir de ideas propias. Orgulloso de incorporar nuevos aires al blog.

Mariana RC dijo...

Gracias a vos Martín por darme un lugar de expresión. Estoy muy satisfecho que el maestro se siente contento con el trabajo de la ex alumna.Un beso.

Anónimo dijo...

Destreza al volante es subir no este palazzo sino el arque de la defense. Voilá en choffer!!

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