jueves, 5 de febrero de 2009
Una Reedición para Disfrutar: La Obra de Amancio Williams
Son contados con los dedos de una mano los arquitectos de origen argentino que lograron alcanzar el panteón internacional de maestros. Y de cada uno de éstos esperar una bibliografía completa, detallada, con selección de textos y críticas, plena de bocetos, plena de ideas, y con excelente material gráfico ha sido un deseo incomprensiblemente inútil. La reedición del fruto de la carrera de Amancio Williams es una oportunidad única para comprender el porqué de su dimensión como maestro, de las búsquedas de alternativas en su contexto y de la evolución de éstas a través de los años. Una historia oficial que el mismo desarrolló y que sus hijos lograron completar. Desde las viviendas en el espacio hasta la ciudad que necesita la humanidad, pasando por el proyecto de la Embajada Alemana en Buenos Aires, donde colaboró con Walter Gropius, está toda su obra, ordenada y en gran medida, fundamentada. Un material I-M-P-E-R-D-I-B-L-E, obligatorio para cualquier estudiante que tenga aunque mas no sea un poco de inquietud. Con un poco mas de suerte transformada en realidad, Amancio hubiera alcanzado la estatura de un Piazzolla en la cultura argentina. Pero a pesar que lograba grandes composiciones, que renovaba el lenguaje y la manera de pensar su profesión, no sabía tocar el bandoneón. Aunque poco se construyó, mucho llegó a nuestra realidad en obras de terceros. La imágenes de los últimos dos artículos saltan a la vista. Y si un maestro sigue desarrollando tus ideas, es que tienen la fuerza suficiente para perdurar a través del tiempo y del espacio. Les dejamos un breve texto de las tantas joyas que encontramos.
El arte en la ciudad
"Estoy profundamente convencido de que, en una ciudad, la sensación de belleza y de arte debe provenir de sus valores de ciudad, es decir, de la armonía de su planteo, la armonía de sus edificios entre sí, y la belleza de cada uno de estos. En el planteo entra, desde luego, la utilización de la belleza natural, disponible o a crearse. Hoy no debemos ya hablar de ‘artes mayores’. Hablamos de ‘diseño’. Un diseño racional, que utilice todos los recursos de su época, y bello, nacido en un acto de creación. El diseño de una ciudad, tanto en general, con sus elementos de comunicación, etc., como en el detalle particular de una señal de tránsito, tendrá su plástica, y es a esta plástica a quien estará confiada la función de despertar la emoción artística.
Cada elemento de la ciudad deberá ser una obra de arte, integrada en la gran obra de arte que será la ciudad misma. Resulta por lo tanto superfluo pensar en añadir obras de ‘artes mayores’ a lo que en sí es arte."
Claudio Williams. Amancio Williams: Obras y Textos.
Buenos Aires, 2008. Editorial Donn. Pag. 173
(Edición original de 1990)
Las imágenes fueron tomadas del libro
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