domingo, 20 de septiembre de 2009
Naum Gabo y Antoine Pevsner Sumergen a la Escultura en una Nueva Dimensión
Gabo y Pevsner: despliegue cristalino "Naum Gabo y su hermano, Antoine Pevsner, se consideran los padres de la escultura constructivista. Fueron los únicos artistas de la generación fundadora que hicieron del nuevo diseño escultural la obra de su vida. Ambos pasaron su juventud en París, donde bebieron del clima artístico del cubismo. Ambos colaboraron con el Manifiesto Realista (Gabo más activamente), que, por un error circunstancial que llevó a las autoridades a creer que se trataba de un canto al “realismo”, fue publicado por la imprenta estatal moscovita el 5 de agosto de 1920. El manifiesto relativiza vehemente la importancia del cubismo y del futurismo y aborda los problemas relacionados con éstos. “Realista” significa que: “espacio y tiempo no sólo son las formas en las que la vida se construye y sobre las que el arte debe construirse…Sabemos que todo posee su propia cualidad específica: silla, mesa, lámpara, teléfono, libro, casa, persona…todo es un mundo con ritmo y órbitas propias. Por ello, al crear, eliminamos…todo lo que es accidental y fortuito, dejando las fuerzas inherentes de cada mundo.” Todas estas frases podrían haber salido de la pluma de Boccioni, de no ser por la conclusión en la que se afirma: “Renunciamos al volumen como forma de espacio pictórica y plástica…tomamos cuatro planos y construimos con ellos el mismo volumen que con una masa de cuatro toneladas. Así devolvemos a la escultura la línea como una dirección y en ella afirmamos la profundidad como única forma del espacio…Afirmamos en estas artes u nuevo elemento, los ritmos cinéticos, como formas básicas de nuestra percepción del tiempo real.” El programa que postularon puede parecer más idealista que realista, pues idealismo en arte no implica otra cosa que la depuración de todo lo accidental en pro de la trascendencia del espacio y tiempo. A partir de 1915, Pevsner concretizó este programa y, hacia 1920, en un acto de transgresión elemental, definió los límites del aspecto más extremista de todos: un muelle de acero accionado con ayuda de un motor transformaba la masa física en líneas de formas en el espacio. Gabo continuaría explorando este prototipo del concepto durante más de medio siglo. Pevsner, originalmente pintor, penetró finalmente en el terreno escultórico en 1924. Para los dos hermanos, el manifiesto sería la Carta Magna de su arte”…
Arte del siglo XX, volumen II, Escultura: Manfred Schneckenburger. Capítulo 3: La construcción del mundo. Taschen, 2005
Las imágenes fueron tomadas de la web. Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky
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1 comentario:
Que loco estas formas! Son de 1915? Matemáticamente tan complejas como una forma barroca...muy bueno!!!!
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