“El Panteón, levantado hacia el 118 por el emperador Adriano en reemplazo del templo clásico de Agripa, cien años anterior, resulta un buen ejemplo de esta (la) nueva forma de construir y apreciar el espacio. Se trata de un tambor cilíndrico de 36m de diámetro, coronado al interior por una semiesfera abierta en su clave, y que desde afuera aparece como una cúpula rebajada, hundida a través de escalones en la masa de muros. De hecho la construcción de esta cubierta circular es bastante compleja y no responde a la sencilla lectura de casetonados concéntricos que se presenta desde la calota interior. La verdadera estructura de la cúpula está formada por una red de arcos de ladrillo y rellenos de hormigón colado, apoyando en anillos circulares y paralelos de piedra que arriostran el conjunto y lo ligan al doble muro del tambor. La abertura cenital, de ocho metros de diámetro, oficia de anillo de presión y deja pasar la luz exterior que a lo largo del día va describiendo una trayectoria elíptica pausada y previsible. Más allá de su función política de insertar a
Breve historia de la arquitectura. Grecia-Siglo XVIII
Buenos Aires, 1989, Editorial Claridad s.a.
Fotografía interior: arq. María de la Paz Molinari
Fotografía exterior: arq. Martín Lisnovsky
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
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