viernes, 23 de mayo de 2008
Idea en cadena 1: Koolhaas, MVRDV y el Corte Holandés
Lejos de la Academia, cuando el corte era una cáscara que intercedía entre el perímetro exterior a escala urbana y un espacio interior que moldeaba las escalas necesarias para cada recinto particular, hoy se nos presenta desnudo, con losas que cortan el espacio transversalmente, estructurando tanto el interior como la fachada del edificio. Esta es una breve cadena de ideas entre obras amigas:
1939 Rudolf Schindler, compañero de aventuras proyectuales de Richard Neutra, agrega al planteo “moderno” la libertad que conlleva el muro y se permite abrir y cerrar, dejar transparencias u ocultar, los espacios intersticiales entre losas que reflejan la función interior y logran con retrocesos y salientes, una expresión artística del programa.
1956 Le Corbusier: hacia el final del desarrollo de la vivienda unifamiliar, proceso que toma vuelo con la Maison Citrohen, prosige la idea de Rudolf en reflejar el carácter plástico del corte exponiendo su geometría en la fachada: La Villa Shödan y el Proyecto de una Vivienda en Cartago logran resumir con clara síntesis un corte sencillo que deviene en juegos espaciales continuos interiores y una fachada igualmente interesante que dista de las fachadas blancas ciegas del movimiento moderno via purismo.
1959 Bakema y Van der Broek: con la fachada desnuda del Auditorio de la Universidad Técnica de Delft llevan esta metodología a una nueva escala. De alguna forma el sistema Domino se transgrede con diagonales, rampas y escaleras, y más allá de lograr una honestidad estructural y funcional como imagen del edificio, se libera del aburrimiento que resulta la fría ortogonalidad. La función, auditorio, y la forma, dialogan coherentemente y se acompañan en armonía. SIn considerar el impacto de la función, la forma hubiese sido caprichosa, y viceversa. Los espacios no son planos horizontales con un cerramiento superior, sino ya volúmenes escultóricos que acompañan al hombre, que lo vive tanto en el interior como en el exterior. Distinta es la situación, cuando este nudismo del corte se fuerza casi hasta el punto de pervertir con las losas a la función interna que obligada se amolda a un juego geométrico y formal de la fachada, contorsionismos exagerados. Así es como mediante recursos menos prolijos que las prácticas primeras, curvas caprichosas, diagonales forzadas o zig zags innecesarios, todos formalismos que responden sólo a un legado estético, hasta poético si lo interpretamos como un escondido y sutil homenaje a los abuelos arquitectos holandeses, pero son, sobre todo, débiles o vacíos de contenido en comparación.
1997, El Año del corte holandés.
MVRDV. Double House in Utrecht: en la axonométrica se revela como a un esquema ideal donde el corte en zigzag responde a una división entre dos viviendas pero sin carga estructural, es necesario omitir los elementos sustentantes que aunque socorren al sustento arquitectónico empobrecen la propuesta formal.
MVRDV. VPRO (studios de television). En la fotografía se lee cómo los pliegues complican la funcionalidad y la intersección de planos horizontales a las geometrías curvas hacen posible la habitabilidad.
OMA-KOOLHAAS. EDUCATORIUM. UNIVERSIDAD DE UTRECHT. Si algo es de observar a este nuevo intocable de la arquitectura fue una obsesión por resolver de una única manera la totalidad del ancho del edificio, y si el pliegue sutilmente hace de transición entre la panza y cielorraso de una sala, en otros sectores el hombre se hace araña para sentarse sin resbalarse.
En cada edificio la investigación es compleja y no resuelve solamente el corte, o la planta o los materiales. Si bien estas observaciones existen, no conforman la totalidad del valor que se tiene o se pierde en una obra. Si un corte parece forzado, otros éxitos pueden concretarse en el avance o planteo de diversos temas. La perfección no es de este mundo y no es posible resolver la vasta sumatoria de partes que conforman un proyecto con la misma maestría (salvo raras y valiosas excepciones), resignaciones deben hacerse y si estamos hablando de todos y cada uno de todos estos edificios es porque algún otro aspecto fue resuelto sí con un valor arquitectónico más elevado.
Creo encontrar en estos cuestionamientos no una intención de buscar la fisura en la cáscara sino desplegar un nuevo punto de vista crítico sobre ciertos edificios consagrados, que hoy pasado por alto, puede ser mañana parte del ejercicio de la observación asegurando una cadena de ADN mejorada en el futuro, selección natural de la especie arquitectónica.
Investigación y Escrito de la arq. Mariana Rodriguez Cáceres, ex-alumna de la cátedra, profesional consolidada y docente FADU-UBA de la cátedra Pulópulo de la materia Representación Arquitectónica. Fotografías tomadas de la web, podrían tener derechos.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
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