sábado, 31 de mayo de 2008
Angel Guido y una premonición (o deseo) sobre Le Corbusier
Angel Guido (1896-1960) fue un arquitecto destacado en la cultura de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Desarrolló sus cualidades también en el mundo de la ingeniería, el urbanismo y la literatura, siendo su obra más conocida el Monumento a la Bandera, resultado de un concurso que ganó junto con Alejandro Bustillo y que el año pasado cumplió medio siglo de vida como ícono referente de la ciudad. (en imágenes el frente y el sector posterior que comparte con la catedral, ampliación de la década del 90 con esculturas de Lola Mora). Un escrito sobre Le Corbusier en 1927 refleja su postura y su educación con algo que parece ser recelo, envidia o falta de visión sobre el futuro. Una curiosidad.
Le Corbusier, por ANGEL GUIDO
De Orientación espiritual de la arquitectura en América, Rosario 1927
[Extracto de la revista Sumarios nº 91-92, Julio-Agosto 1985]
“En realidad este arquitecto y escritor que está de moda entre los modernos, ha llegado demasiado tarde. Su teoría fue dicha ya –aunque en otra forma- en Austria y Alemania mucho antes que este ingenioso autor tratara de sorprender un momento propicio de honda incertidumbre en la evolución artística de la arquitectura francesa. Pero en aquellos países germanos fue el contrapeso o reacción de la orientación más enjundiosa, serena y alta, iniciada y sostenida por Hoffmann. En Francia no hubo tal acción, lo que menos justifica aún una obra con humos tan revolucionarios como la que comentamos.
Pero París, la ciudad artista por antonomasia (…) olvidará muy pronto a este arquitecto que hoy pasa un momento feliz. No es posible que un pueblo de tan fina y alta sensibilidad tome en serio consideraciones de esta talla: ‘Un auto Delage Gran Sport 1921 y el Partenón son dos productos estandarizados’. ‘El Partenón es un producto de selección estandarizado’. Como es fácil observar, el disparate de estos conceptos grandilocuentes está escondido en la confusión lamentable entre la aguzada y profunda sensibilidad artística de trascendencias eternas, y el caprichoso, superficial y efímero gusto de la ‘moda’; la fervorosa búsqueda de la forma ultraprecisa que excite las más escondidas fibras del sentido humano de lo Bello, con la búsqueda interesada, comercial, de la estandarización industrial que lleva, ante todo, la orden marcial de abaratar el producto a todo trance. (…) un arquitecto convertido en un Moisés que quiere crear un nuevo espíritu entre los hombres de este mundo.”
“Justo es pues exteriorizar estas manifestaciones para que nuestros jóvenes arquitectos americanos reciban la obra de este autor con la desconfianza que se merece.”
Las fotografías fueron tomadas de Flickr y el nombre de sus autores figura en el archivo.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
jueves, 29 de mayo de 2008
Foster en el Mundo de la Cultura: Parecido no es Lo Mismo
1- British Museum Great Court, Londres 1994-2000
2- The Robert and Arlene Kogod Courtyard at the National Portrait Gallery and Smithsonian American Art Museum in Washington, D.C 2001-2007
Una cubierta delicada y transparente se posa como un pañuelo en un edificio prestigioso representante de la arquitectura del Beaux Art. Operación repetida en el mundo de la cultura inglesa y norteamericana. Pero observen la pequeña diferencia de las columnas, innecesarias en el fino toroide irregular del British y pesadas bajo el oleaje del techo en Washington. Pequeña diferencia que transforma la cubierta en algo con bastante mas cuerpo e irrespetuosidad que en el ejemplo original.
Parecido no es lo mismo...y el cambio se nota. Aprendan chicos, si pueden, eviten las columnas en las reconversiones de los grandes espacios culturales. Consejo del Barón of the Thames Bank.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
martes, 27 de mayo de 2008
Scharoun y Niemeyer: La Conquista de la Imagen
Con motivo del triste incendio de la Filarmónica de Berlin, hecho que motivó un artículo la semana pasada, he tenido la oportunidad de volver sobre la obra de Hans Scharoun. Sus imágenes proyectadas entre 1922 y 1923, son de un magnetismo asombroso. Años del nacimiento de la Streamline en arquitectura, el 'trazo dinámico' encontró mejor afinidad en tierras norteamericanas, con el desarrollo del Art-Decó y las carrocerías de transporte de los automóviles y las locomotoras de Henry Dreyfuss. Aires expresionistas pero que logran asociar una imagen a una idea, una mezcla de futuro y modernidad que se mantiene hasta nuestros días. Saarinen, Calatrava y acrobacias digitales se esmeran en reflejar este poderío gráfico, que no es nada sencillo de alcanzar. Algo parecido me ocurrió siempre con Niemeyer. No creo que refleje el Brasil tradicional, sino que logró asociar a su arquitectura la imagen de progreso, con respeto al pasado pero firme hacia el futuro. Aún hoy sigue haciendo obras que son Futuro y son Brasil, propio de un mago que recibió siempre la admiración y el respeto de Le Corbusier.
Tan difícil de lograr, Hans y Oscar merecen el reconocimiento a esa conquista de la imagen.
Las imágenes de Hans Scharoun están publicadas en el libro: "SCHAROUN", de Eberhard Syring y Jorg C. Kirschenmann. Koln, 2007, Taschen. Las imágenes de Oscar Niemeyer fueron tomadas de : "Minha arquitetura" de Oscar Niemeyer, editorial Revan año 2000 y "Minha experiencia em Brasilia", de Oscar Niemeyer, Editorial Revan año 2006. Agradecemos la inestimable colaboración de la arq. Mariana Rodriguez Cáceres en el presente artículo.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
domingo, 25 de mayo de 2008
Especiales: Primer Centenario del Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires
El Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires cumple hoy 100 años desde su inauguración oficial. En homenaje a tal acontecimiento, invitamos al arq. Gustavo Brandariz a colaborar con un escrito y material gráfico. Como comprenderán más adelante, este trabajo tiene una valor muy especial, propio de la ardua investigación sobre el edificio que el arquitecto viene realizando hace años, con motivo de su asesoramiento en documentación histórica para las obras del Master Plan, que tienen como objetivo la puesta en valor y actualización tecnológica del edificio.
Centenario del Teatro Colón
En junio del año 2000, un informe elaborado por Leo L. Beranek y miembros del Instituto Takenaka de Japón y basado en una metódica evaluación de parámetros, concluyó afirmando que, entre los 23 mejores teatros de ópera de Europa, Japón y América, el Teatro Colón de Buenos Aires es el que posee la mejor calidad acústica del mundo para hacer y escuchar ópera.
Esta valoración, más que halagadora, no sorprendió a quienes ya conocían el Colón. Para un teatro lírico, la calidad acústica es su mayor virtud y lograr esa calidad no es algo sencillo, pero tampoco es arte de magia sino fruto de la maestría arquitectónica y conocimiento científico aplicado. Aunque no lo crean hoy, en este clima de resurgimiento del pensamiento mágico y del fundamentalismo. Indudablemente el Colón fue bien soñado, bien pensado, bien proyectado, construido, equipado y mejorado con las décadas, logrando su permanente actualización tecnológica y funcional. Porque un edificio vivo nunca puede ser una caja arquitectónica estática, sino dinámica. La calidad acústica no es definitiva sino que hay que preservarla constantemente del creciente ruido ambiental, de las novedades tecnológicas y de las diferentes conductas sociales.
Con frecuencia, el panorama de los problemas contemporáneos, lleva a mucha gente al pesimismo con respecto a su propio país. Los argentinos incurrimos habitualmente en ese estado de ánimo. Sin embargo, tenemos el Teatro Colón y a lo largo de un siglo lo hemos preservado y defendido con continuidad.
En este 25 de mayo de 2008, el Teatro Colón de Buenos Aires cumple un siglo desde su inauguración, con el estreno local de Aída, de Giuseppe Verdi.
Desde 1989 el Colón es Monumento Histórico Nacional. La iniciativa de la construcción de un nuevo y grande teatro de ópera en la ciudad fue de la Municipalidad y data de 1886. El anterior teatro Colón, ubicado en otro terreno, había surgido de una iniciativa privada en 1857, con diseño del arquitecto Carlos Enrique Pellegrini. En él cantaron Enrique Tamberlik, Vera Lormi, Adelina Patti y Francesco Tamagno y en oficinas del primer piso tuvo su primera sede la Gran Logia Masónica de la Argentina. Desde 1868 el músico Angelo Ferrari (Castel Nuovo, 1835-Buenos Aires, 1897) era el empresario teatral del antiguo Colón, y siguió siéndolo con apenas el intervalo de 1883-1885, cuando fue empresario del teatro Alla Scala de Milán. En 1884 la Municipalidad adquirió el edificio y tres años después lo vendió para construir un nuevo teatro, de mayor capacidad y con recursos técnicos más modernos.
En 1889 gana la licitación pública para la construcción del nuevo Teatro, el empresario Angelo Ferrari, con un presupuesto y un proyecto del arquitecto Francisco Tamburini (Ascoli Piceno, 1846- Buenos Aires, 1890). Garibaldino, formado en el Regio Istituto Tecnico di Ancona y en la Regia Università di Bologna, donde se gradúa como ingeniero y arquitecto, fue desde 1873 Profesor de Arquitectura en el Istituto di Belle Arti delle Marche in Urbino, luego en Pisa y, desde 1881, en la Scuola di applicazione per gli Ingegneri de Roma. Invitado, se radica en la Argentina en 1883, y al año siguiente asume la Inspección General de Obras Arquitectónicas de la Nación. A poco de ganar el concurso municipal para la construcción del Colón, renuncia a su cargo oficial en el estado nacional. En abril de 1890 comienza la construcción del Teatro, cuya piedra fundamental se coloca el 25 de mayo de 1890.
Pero el 26 de julio estalla una revolución que provoca la renuncia del presidente de la República y el país vive una conmoción política y financiera, que obliga a paralizar las obras públicas. Y el 3 de diciembre de 1890 fallece Francisco Tamburini, cuyo ánimo se había visto seriamente afectado por la crisis y la revolución de este año. Se hace cargo de las obras el colaborador de Tamburini, arquitecto Vittorio Meano (Gravere de Susa, 1860-Buenos Aires, 1904), quien introduce modificaciones importantes en el proyecto, y es reemplazado, a su muerte, por el arquitecto belga Jules Dormal (1846-1924), quien logra dar término a la obra.
El día de la inauguración, el edificio lucía formidablemente, pero los trabajos continuaron después, por bastante tiempo, equipando y alhajando el Teatro hasta lograr su esplendor en la década del '30, cuando se hallaban ya completos su ornamentación, su mobiliario, sus textiles y su plena funcionalidad. A fines de la década del '60, el arquitecto Mario Roberto Álvarez realizó su mayor ampliación subterránea.
Por el escenario del Colón han pasado casi todos los máximos exponentes de la música lírica y sinfónica y la danza del siglo XX. Entre los muchísimos artistas notables que actuaron en el Colón, pueden mencionarse a compositores que dirigieron sus obras como Richard Strauss, Arthur Honegger, Ottorino Respighi, Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Camille Saint-Saëns, Manuel de Falla, Aaron Copland, Krzysztof Penderecki, Héctor Panizza y Juan José Castro; directores de orquesta como Ernest Ansermet, Herbert von Karajan, Tullio Serafin, Arturo Toscanini, Leonard Bernstein, Mstislav Rostropovich, Karl Böhm, Zubin Mehta, Riccardo Muti, y Daniel Barenboim, entre otros; cantantes como Enrico Caruso, Titta Ruffo, Claudia Muzio, María Barrientos, Lily Pons, Beniamino Gigli, Tito Schipa, Maria Callas, Victoria de los Ángeles, Renata Tebaldi, Borís Christoff, Régine Crespin, Montserrat Caballé, Alfredo Kraus, José Carreras, Kiri Te Kanawa, Cecilia Bartoli, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti y argentinos como Luis Lima, Ana María González, Ángel Mattiello, José Cura y Darío Volonté; primeras figuras de la danza como Anna Pavlova, Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev, Maia Plissetskaya, Margot Fonteyn, Mijail Baríshnikov, Antonio Gades, y argentinos como Olga Ferri, José Neglia, Norma Fontenla, Jorge Donn, Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Paloma Herrera. En la página web oficial del Teatro (http://www.teatrocolon.org.ar/site/index.php) puede hallarse una lista más completa.
El Teatro Colón es una verdadera ciudad musical. Fue, en su momento, la mayor sala lírica del mundo, y sigue siendo una de las más grandes. Sus dimensiones son, de algún modo, colosales, y todo en él es de elevada calidad, desde los materiales y las ornamentaciones, esculturas y vitrales, hasta los servicios y el confort. Actualmente se halla en obra, en las fases finales de ejecución de un gran proyecto de Puesta en Valor y Actualización Tecnológica que ha venido coordinando con acierto la arquitecta Sonia Terreno en permanente consulta con un grupo grande e interdisciplinario de asesores técnicos -como el Ing. R. Sánchez Quintana y el Ing. y violinista Gustavo Basso, que con tanta dedicación monitorean cuidadosamente la acústica- y en consulta permanente también con personalidades del mundo que han tenido papel protagónico en la preservación de salas líricas tan valiosas como Alla Scala de Milán y La Fenice de Venecia, cuya experiencia, por ejemplo, aportó Elisabetta Fabbri.
En todo teatro de ópera vivo, la actualización tecnológica es imprescindible, y Colón nunca la olvidó. Por ejemplo, en 1986, como parte de una donación que superaba el medio millón de dólares efectuada por el Gobierno del Japón a la Argentina, se incorporaron equipos electrónicos de audio y video que permitieron desde entonces modernizar los sistemas de grabación y televisación de sus espectáculos, profesionalizando el Estudio del Teatro al nivel de los más perfeccionados de su género y mejorando sensiblemente la fidelidad y limpieza del sonido. Actualmente, además de la incorporación cada vez mayor de sistemas digitales de alta tecnología, se están actualizando los sistemas de prevención contra incendio y reemplazándose deteriorados textiles de alta combustibilidad por nuevas telas ignífugas que, al mismo tiempo que preservan la altísima calidad acústica permiten prevenir mejor los peores riesgos para un teatro.
Así, el Colón, es un mundo. Rodeando un espectáculo fantasmagórico, hay toda una apoyatura de laboratorios, talleres, salas de ensayo, una verdadera industria de la producción de escenografías, vestuarios, efectos musicales, arte. El público participa de la fiesta de la ópera y existe, por detrás un enjambre de artistas ignorados, de artesanos, de profesionales y de técnicos. Lo asombroso es que para todo su mundo anónimo detrás de las bambalinas, incluyendo a quienes cuidan la seguridad o efectúan tareas de limpieza, su vida es el Colón.
(película de 1908 sobre el Teatro Colón)
Al llegar al Centenario, es Director General el Dr. Horacio J. Sanguinetti, cuya pasión por la lírica y por el Teatro Colón es difícil de superar. Pero se halla en muy buena compañía, porque los devotos del Colón, entre quienes se han destacado desde Victoria Ocampo hasta Manuel Mujica Láinez y desde Roberto Caamaño hasta Alberto G. Bellucci, forman parte del más notable conjunto de personalidades de la cultura en la Argentina.
Al cumplir su Centenario, el Teatro Colón se prepara para otros cien años de presencia y de servicio no sólo para el bien de Buenos Aires y de la Argentina, sino también para beneficio de la cultura universal. Tan breves líneas dedicadas a tan importante institución, no pueden ser más que una injusticia, pero sean ellas, al menos, nuestro homenaje.
Gustavo A. Brandariz
Profesor Titular Interino. Historia de la Arquitectura FADU-UBA. Investigador CECPUR-IAA
Agradecemos la inmensa colaboración del arq. Brandariz, al arq. Juan Diego Martínez por sus fotografías y a Carlos Zeballos de Mi Moleskine Arquitectónico por la invitación a publicar esta nota en simultáneo con su blog (http://moleskinearquitectonico.blogspot.com). La primer infografía fue publicada por el Diario Clarín y las imágenes satelitales fueron tomadas del Google Earth. Las Plantas, Cortes y segunda axonometría fueron extraídas de la Publicación del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad, MasterPlan Teatro Colón, 2006.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
Extracto de la Cronología del edificio del Teatro Colón, establecida por el arq. Gustavo A. Brandariz; tomamos como muestra el período entre 1986 y el 2003. En Breve un link con la cronología completa.
1986: En diciembre se informa que como parte de una donación que supera el medio millón de dólares efectuada por el Gobierno del Japón a la Argentina, se reciben en el Teatro Colón equipos electrónicos de audio y video que permiten modernizar los sistemas de grabación y televisación de sus espectáculos, profesionalizando el Estudio del Teatro al nivel de los más perfeccionados de su género y mejorando sensiblemente la fidelidad y limpieza del sonido.
1987: El 14 de enero Facundo Suárez Lastra es nombrado Intendente Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
1987: El 27 de septiembre un incendio afecta el sector de acceso a la platea, destruyendo cortinados y revoques.
1987: El 7 de noviembre, el Intendente Municipal anuncia que ha dispuesto la realización de obras de remodelación del escenario y de la maquinaria escénica del Teatro Colón. Además del objetivo de modernización se adopta la decisión de reemplazar materiales y sistemas antiguos por otros nuevos, ignífugos. El equipo de proyecto queda integrado por el Director, Lic. Ricardo Szwarcer, por el arquitecto Enrique Facio y por asesores como Federico Malvarez y José Luis Fioruccio y otros. Los trabajos derivan en el cierre de la sala.
1987: La ordenanza municipal N° 42.469 dispone la puesta en valor de la plazoleta lindera con el Teatro Colón.
1988: A raíz de las obras, por primera vez en este año no se lleva a cabo una Temporada en el Teatro Colón.
1988: En enero comienzan las obras de "mantenimiento y modernización" del escenario del Teatro Colón, cuya terminación se ha previsto para marzo de 1989. De acuerdo con la información periodística "mientras tanto, el Teatro Colón seguirá funcionando en todo lo que no necesite escenario. (...) Las obras comprenden: instalación de una nueva estructura de soporte de parrillas, puentes y piso del escenario; del puente correspondiente y áreas de servicio anexas; nuevo diseño y dispositivo del disco giratorio; instalación del sistema mecanizado de accionamiento de decorados con contrapesos; instalación de montacargas, ascensores y compensadores hasta nivel del escenario; nuevo panorama del escenario; áreas y puentes de control, así como también la revisión y actualización de todos los sistemas de seguridad del sector".
1988: En julio de informa acerca del avance de los trabajos en el Colón. En relación con el equipamiento teatral, está asesorando una comisión integrada por varias personas, entre las cuales se cuentan George Izenour - que también asesorara a la Metropolitan Opera House de Nueva York-, Bernard Guillemot -"que proyectó la remodelación de la Opera de París"- y Wally Russell, "a cargo del reequipamiento del Covent Garden.
1988: El 25 de mayo el Teatro Colón cumple 80 años.
1989: A partir de la inauguración en París de la Opéra Bastille, el Palacio Garnier queda dedicado al Ballet.
1989: En abril, las obras civiles de la remodelación del escenario del Colón se hallan casi terminadas y han comenzado los trabajos de montaje de las nuevas instalaciones mecánicas, eléctricas y electrónicas. Las paredes de la caja del escenario ahora han sido pintadas de negro y el antiguo piso de madera del disco giratorio ha sido conservado. En cambio, "todo lo demás que puede verse a lo largo y a lo alto de la gran caja del escenario es nuevo. Los listones para el cambio del tinglado (peteribí idéntico al primitivo, con el mismo grado de humedad) ya están de todos modos acopiados, y el reemplazo se hará a partir del mes de diciembre venidero" Además, se ha restaurado el acceso a la platea -afectado por el incendio de 1987- se han realizado tareas de mantenimiento en la sala, incluyendo limpieza de alfombras, reposición de tulipas, pintura de cielorrasos y limpieza de bronces. "Los yesos y estucos de toda la sala fueron limpiados (se hizo lo mismo en todos los pisos), y tal vez lo que llama más la atención es la reluciente pátina anaranjada de las hermosas columnas y frisos, y desde luego, los filetes color pastel introducidos con sobrio criterio en las puertas de los palcos y otros marcos" (Maldé, 1989).
1989: En junio se resuelve, ante el proceso de hiperinflación que descalabra el manejo presupuestario de las contrataciones y produce grandes demoras en las obras, la suspensión de la Temporada 1989 y la devolución de los abonos.
1989: El 8 de julio Carlos Saúl Menem asume el cargo de presidente constitucional de la República Argentina.
1989: El 9 de julio Carlos Grosso es nombrado Intendente Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
1989: Hacia fines de julio, el nuevo director del Colón, Sergio Renán, informa que considera conveniente que, teniendo en cuenta la situación del momento, el Colón deje de ser un "teatro de temporada" y se convierta en un "teatro de repertorio", esto es renunciando a la contratación de renombrados artistas extranjeros e intensificando la actuación de los elencos estables.
1989: En noviembre el Teatro Colón es declarado Monumento Histórico Nacional.
1990: En julio y luego de dos temporadas y suspendidas y dos años y medio con la sala cerrada por las obras de remodelación, regresa la ópera al Teatro Colón con el estreno de "Fausto" de Gounod. Según el comentario editorial publicado por el diario La Nación, "corresponde destacar el hecho de que, en principio, los resultados técnicos de la obra de remodelación realizada en el escenario parecen haber resultado satisfactorios y, lo que es aún más importante, la acústica de la sala (cuya eventual alteración desvelaba a los especialistas) no parece haber sufrido daños".
1990: Se crea el Centro Experimental del Teatro Colón CETC.
1992: El 8 de octubre el diario La Nación publica una Carta de Lector del violinista Uto Ughi, fechada en Roma, en la cual expresa preocupación por la acústica del Teatro Colón. Elogia sin reservas la calidad de la sala pero señala que “la caja acústica que se utilizaba para los conciertos ya no existe” y que ahora “el sonido resulta seco, árido, poco inspirado, frío y sin misterio”.
1992: El 26 de octubre Saúl Bouer es nombrado Intendente Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
1994: Reforma de la Constitución Nacional.
1994: El 5 de septiembre Jorge Domínguez es nombrado Intendente Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
1995: El 8 de septiembre Carlos Saúl Menem asume el cargo de presidente de la República Argentina.
1995: Se crea la Orquesta Académica, para la formación de jóvenes instrumentistas.
1996: El 6 de agosto Fernando de la Rúa, asume como primer Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cesando el cargo de Intendente Municipal.
1997: Desde 1997, el CETC (Centro Experimental del Teatro Colón) tiene su propia sede en el subsuelo del Colón, con ingreso por el Paseo de Carruajes, reinaugurado ese mismo año.
1997: Se publica en Buenos Aires el libro "La obra de Francesco Tamburini en Argentina. El espacio del poder I" compilado por Irma Arestizábal, Roberto de Gregorio, Loretta Mozzoni y Stefano Santini. Es una edición conjunta de Museo de la Casa Rosada, Istituto Italiano di Cultura - Comune de Jesi, Pinacoteca e Musei Civici- Comune di Ascoli Piceno, y Pinacoteca Civica.
1998: En mayo, una misión de especialistas italianos, en conjunto con un equipo local, inicia la primera etapa de un convenio de cooperación internacional para tareas de restauración. En ese marco, se toman muestras de distintos tipos de materiales de fachada para su análisis en laboratorios de Roma, se confeccionan planos de fachadas y se definen zonas de intervención para la realización de pruebas de tratamientos.
1999: El 10 de diciembre Fernando De la Rua asume el cargo de presidente constitucional de la República Argentina.
1999: El 12 de diciembre Enrique Olivera, Vice-jefe de Gobierno, asume como segundo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2000: El 20 de febrero, el diario Clarín informa que se invertirán 15 millones de dólares en una restauración integral del Teatro Colón. Según informa la periodista Gabriela Vigo en el diario Clarín, "si bien la intervención se había anunciado hace dos años, el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que debe sustentarla se demoró y los trabajos no pudieron iniciarse. Solamente se atendieron urgencias -como la reparación de las dos marquesinas, salas de ensayo, desagües y filtraciones- y se realizaron pruebas-piloto en las fachadas y los revestimientos de las paredes interiores (estucos) que imitan el mármol".
2001: En diciembre es cerrado el Teatro Alla Scala de Milán para poder renovar íntegramente la estructura y la maquinaria del palco escénico y efectuar una tarea completa de "restauro conservativo". Las obras se inician el 4 de julio de 2002 y concluyen en octubre de 2004. Las tareas de restauración son proyectadas y dirigidas por la arquitecta Elisabetta Fabbri, en tanto la ampliación y modernización queda a cargo del arquitecto Mario Botta.
2001: Comienza la restauración del Teatro Colón con miras a su terminación para el Centenario del Teatro, el 25 de mayo de 2008.
2001: Horacio Sanguinetti publica su libro de arte "La ópera y la sociedad argentina", editado en Buenos Aires por MZ ediciones.
2003: Mónica G. Hoss de le Comte publica su libro "Teatro Colón", editado en Martínez por Ediciones Maizal, con la colaboración de la Señora Nelly Arrieta, miembro fundador de la Fundación Teatro Colón.
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