sábado, 7 de febrero de 2009

Una Mañana en Paz con la Arquitectura: San Ignacio Miní, parte 1





"Los sacerdotes José Cataldino y Simón Masceta fundaron en la región del Guayrá (Brasil), en 1610, la reducción de San Ignacio Miní, junto a otras que, en 1631, fueron asediadas en forma constante por los bandeirantes o mamelucos (cazadores portugueses de esclavos). Sólo los pueblos de San Ignacio y Nuestra Señora de Loreto se salvaron de los ataques y en 1632 emigraron y se establecieron a orillas del río Yabebirí, en la actual provincia argentian de Misiones. San Ignacio Miní se estableció en 1696 en el sitio donde hoy están sus ruinas. Al igual que las demás reducciones, los paraguayos la destruyeron en 1817. Las ruinas fueron restauradas en forma total en la década de 1940, situación que permite apreciar hoy, con notable exactitud, el trazado urbano de la reducción..."

Eso cuenta el catálogo para turistas, pero la verdad es que el par de horas que pasé recorriendo las ruinas de las Misiones Jesuíticas en San Ignacio, provincia de Misiones, fue una de las más placenteras de los últimos meses. Obviamente estaba en ruinas pero en este caso mis hijos no habían tenido nada que ver, por suerte. Sin discutir cuestiones políticas o religiosas, era el eco de una civilización que había sido tan pujante como el corazón que permitió un fecundo diálogo entre culturas diferentes. Eludiendo las agresiones políticas, aquellas que no les brindaron paz en toda su existencia, que las hirieron de muerte tantas veces hasta que las doblegaron, encontraron un orden y un sistema digno de recordar. El sitio forma parte del Patrimonio de la Humanidad y se encuentra protegido por la Unesco, y creanme que es mágico, por lo menos para un arquitecto de oficio y profesor de historia.
Estas paredes parciales, gruesas y pesadas fueron entretejiendo con la vegetación una armonía llena de paz. Suficiente para comprender la escala, las relaciones y las proporciones de los edificios, de la plaza de armas, de los talleres. Toda la vida que tenía la narraban ellas, únicos testigos, pero suficientes. Dentro de su cuerpo, o vistiéndolas, el arte, la artesanía, la vida diaria.
Incomprensible la velocidad de los turistas, quienes parecían más precocupados por el desayuno o el toilette. Yo lo disfruté a paso lento, tranquilo, con la paciencia de mi familia, orgulloso de sentirme parte de una manera de contar una cultura. Lejos de nuestro vértigo, esto también era la más pura arquitectura.
Mas información en www. misiones-jesuiticas.com.ar. Le recomendamos vean la película "La Misión", de 1986, dirigida por Roland Joffé, con Robert de Niro y Jeremy Irons, filmada en las Cataratas del Iguazú.
Fotografías tomadas por Nicolás Mario, Bianca, Norma y Martín Lisnovsky.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cabe destacar la banda sonora, del Gran Ennio Morricone...si de arte se trata....

Anónimo dijo...

SI, en la película.
En mi caminata por las ruinas, no escuché más que pajaritos

Anónimo dijo...

La música era la cortina de fondo del programa de Mariano Grondona. No precisamente buenos recuerdos....

Anónimo dijo...

Si, exacto, y recuerdo estar en las cataratas en 1985 cuando se estaba filmando la película, una mañana lluviosa donde el cacique se subió al ascensor en pleno hotel Internacional. Maquillado, por supuesto.....

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