Recomendamos hoy el documental del muy conocido director de cine Sydney Pollack (The Firm, Out of Africa, Tootsie), publicado en el 2005 sobre el trabajo y el proceso de elaboración de la obra de el arquitecto Frank Gehry. Sin realizar consideraciones sobre la producción del arquitecto, quien suma aplausos y apreciaciones poco felices en las mismas proporciones, nadie pone en duda la originalidad en la propuesta a pesar de conservar lineas de desarrollo típicas de la arquitectura tradicional de su país. Es imperdible al comienzo ver a Gehry y a su socio diseñar un edificio de la misma manera que una madre retocaría el disfraz de su hijo para la fiesta del Día de la Independencia en la escuela. Tijeras y Recortes de papelitos, esculturas efímeras y caprichosas que llegan a ver la luz por las ventajas de la última tecnología, la necesidad del marketing de identidad y las sumas desmedidas que algunos empresarios aceptan desembolsar. Cuando la "artesanía" cambia de escala, y somos nosotros quienes a través de la lente del Director recorremos las diferentes obras, tanto en el perímetro exterior como en el interior, el carácter de sus diversas expresiones merece un respeto mayor, aunque se transformen en templos del capricho y de la vanidad intelectual, como algunos ejemplos de principios del siglo XX. Las palabras de las distintas personalidades son bien correspondientes a la escuela norteamericana, donde todas las apreciaciones son de genialidad carentes de fundamento. Pero somos arquitectos o nos gusta apreciar la arquitectura en todas sus variantes, y recomendamos sin dudar esta película. En veinte años seguramente sus edificios merecerán un respeto más digno que el vertido en esta nota.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
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