miércoles, 16 de mayo de 2007

Mutaciones: el urbanismo en los '90



“Los arquitectos construyen modelos que podrían ser edificios, los edificios podrían ser modelos de lo que debería ser el Estado. Quizás el Estado también puede ser un plano y no una delimitación. Pero sería un Estado muy diferente del que conocemos.
Quizás es una cuestión de duración relativa. Colas propone una arquitectura que, por un lado, crea megaestructuras, planos de una duración relativamente larga por los que fluyen muchas cosas, y por el otro, sobre este plano, superpone una arquitectura Light, que supone un punto de apoyo para un atractor, un “tenderete”, literalmente una suspensión temporal de duración mucho más reducida.
Bajo la fuerza corrosiva del vector, la arquitectura se vuelve líquida. La arquitectura se convierte también en una forma de movimiento. Posiblemente, la arquitectura tampoco es un envoltorio, sino un vector a través del tiempo. La tecnología de las comunicaciones crea vectores que desplazan información a través del espacio. La arquitectura crea vectores que desplazan información a través del tiempo.
Tomemos por ejemplo el Guggenheim de Bilbao. Seguramente, uno de los rasgos más significativos de este edificio es un elemento que no es en absoluto estructural, sino una imagen transmitida a través del espacio. Todo el mundo ha visto fotografías de este museo, ha oído hablar de él. Es una estructura que ha colonizado el vector de comunicación con gran acierto. Esta característica define muchos productos arquitectónicos de hoy día. No existe por sí misma, sino para los medios de comunicación. En este sentido, la arquitectura está muerta. Muerta, excepto para los vampiros, los medios de comunicación. Lo que aún no sabemos es cómo se comunicará el Guggenheim de Bilbao a través del tiempo. Quizá sequirá siendo un acto comunicativo durante siglos. Quizá estemos cansados de él la semana próxima.
La arquitectura moderna toma prestada de la arquitectura clásica la vanidad de la forma eterna. Su máxima pretensión era realizar una forma que pudiera mantenerse fuera del tiempo, que pudiera estar en comunión con lo eterno. Cubos de pura forma blanca. Una arquitectura que, como el Estado, la familia y la iglesia, pudiera permanecer y delimitar por siempre.
La arquitectura vuelve a ser interesante cuando olvida su pretensión, admite su propia muerte e intenta resucitar haciendo lo que sabe hacer…”
Fragmento del capítulo “Telegrama desde ninguna parte”, Mckenzie Wark

Libro recomendado: Mutaciones, Rem Koolhaas, Harvard Project on the city, Stefano Boeri, Multiplicity, Sanford Kwinter, Nadia Tazi, Hans Ulrich Obrist. Compilados por arc en reve, centre d’architecture, Editorial Actar 2001, Barcelona

Una bibliografía esencial para descubrir o verificar las lecturas urbanas de los noventa. Con el certero golpe de la revolución digital y la inercia del libro S, M, L, XL de Rem Koolhaas, diversas visiones de los cambios en las grandes ciudades ejemplifican una lectura alejada de la realidad y bastante más cercana a la discusión virtual de algunos conceptos. La utilización de elementos propios de la matemática reafirma este sentido. Imperdible

Editado por el arq. Martín Lisnovsky

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