miércoles, 3 de junio de 2009

¿Algún Arquitecto aún no ha leído Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino? (2ºed)


Las ciudades y los signos. 2. De la ciudad de Zirma los viajeros vuelven con recuerdos bien claros: un negro ciego que grita en la multitud, un loco que se asoma en la cornisa de un rascacielos, una muchacha que pasea con un puma sujeto con una traílla. En realidad muchos de los ciegos que golpean con el bastón el empedrado de Zirma son negros, en todos los rascacielos hay alguien que se vuelve loco, todos los locos se pasan horas en las cornisas, no hay puma que no sea criado por un capricho de muchacha. La ciudad es redundante: se repite para que algo llegue a fijarse en la mente. Vuelvo también yo de Zirma: mi recuerdo comprende dirigibles que vuelan en todos los sentidos a la altura de las ventanas, calles de tiendas donde se dibujan tatuajes en la piel de los marineros, trenes subterráneos atestados de mujeres obesas que se sofocan. Los compañeros que estaban conmigo en el viaje, en cambio, juran que vieron un solo dirigible suspendido entre las agujas de la ciudad, un solo tatuador que disponía sobre su mesa agujas y tintas y dibujos perforados, una sola mujer-tanque apantallándose en la plataforma de un vagón. La memoria es redundante: repite los signos para que la ciudad empiece a existir.
Las ciudades y la memoria. 3. Inútilmente, magnánimo Kublai, intentaré describirte la Ciudad de Zaira de los altos bastiones. Podría decirte de cuantos peldaños son sus calles en escalera, de qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas de Zinc cubren los techos; pero sé ya que sería como no decirte nada. No está hecha de esto la ciudad, sino de relaciones entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado: la distancia al suelo de un farol y los pies colgantes de un usurpador ahorcado; el hilo tendido desde el farol hasta la barandilla de enfrente y las guirnaldas que empavesan el recorrido del cortejo nupcial de la reina; la altura de aquella barandilla y el salto del adúltero que se descuelga de ella al alba; la inclinación de una canaleta y el gato que la recorre majestuosamente para colarse por la misma ventana; la línea de tiro de la cañonera que aparece de improviso desde detrás del cabo y la bomba que destruye la canaleta; los rasgones de las redes de pescar y los tres viejos que sentados en el muelle para remendar las redes se cuentan por centésima vez la historia de la cañonera del usurpador, de quien se dice que era un hijo adulterino de la reina, abandonado en pañales allí en el muelle. En esta ola de recuerdos que refluye la ciudad se embebe como una esponja y se dilata. Una descripción de Zaira como es hoy debería contener todo el pasado de Zaira. Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en los ángulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspaduras, muescas, incisiones, cañonazos.
Extractos de: Calvino, Italo. Las Ciudades Invisibles. Barcelona, 1983, Minotauro Original: Le cittá invisibili, 1972
Imágenes correspondientes a las tapas de ediciones y a la interpretación del libro por contessa5
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky
Nota: En agradecimiento por los mails recibidos desde Santa Fe, Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Oberá, Barcelona, Valencia, Bogotá, México y Acapulco, y los comentarios con sus interesantes link, agrego al artículo otro texto del libro. Algunos me preguntaban porqué incluía en el blog a un libro tan conocido, y es que justamente me pareció en charlas recientes que los actuales estudiantes no lo conocen como debieran. Cada generación merece descubrir el legado de la historia, de primera mano o de terceros, y allí los docentes tenemos una labor que realizar. Gracias por visitarnos diariamente.

7 comentarios:

Patricia San Nicolás dijo...

Lo leí en primer año de arquitectura :)

Manu dijo...

Este libro y ciudades para un pequeño planeta, de richard Rogers fueronmis primeras lecturas cuando empecé a abordar los temas de sostenibilidad urbana. Un libro muy inspirador, por ejemplo para escribir cosas como esta (auqnue esté mal citarse a uno mismo, pero por si complementa el post):

http://ciudadesaescalahumana.blogspot.com/2008/04/la-prxima-historia-de-marco-polo.html

Lucila dijo...

Desconocía el libro y estos dos pequeños capítulos me han emocionado. Suaves y profundos, certeros, nos abren los ojos a la mas sensible interpretacion de las realidades urbanas. Muchísimas gracias...

ible25 dijo...

Yo si, en el primier semestre en la materia de introducccion a la historia, no los recomiendan aunque su lectura no es obligatoria pero es fundamental para la entrega final que es la ciudad utopica

arq. Martín Lisnovsky dijo...

Una última reflexión. El libro aparece en momentos en que otra sensibilidad respecto al medio toma conciencia en la arquitectura. Finales de los 60, comienzos del 70. Es el joven Marco Polo quien le describe con una mirada afectiva hacia los pequeños detalles el propio universo conquistado al gran Kublai Kan, quien desde su silla del palacio estaba imposibilitado de observarlos. En forma análoga, fueron los arquitectos de todo el mundo quienes desde sus propios lugares, y con plena creatividad, a la manera de Marco Polo, nos mostraron los reales valores del Imperio que el Movimiento Moderno había conquistado, y desde el corazón de Europa no eran tan fáciles de divisar.

paisajismo dijo...

Muy buen consejo,voy a tratar de conseguirlo!

arquitectos en cordoba dijo...

Quisiera saber si se puede conseguir en cordoba,voy a ir a buscarlo a un libreria que me recomendaron!gracias

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