SC 46: Comprenda porqué no tiene un estudio con 900 arquitectos

1- Cualquiera de nosotros disfrutando un espectáculo en pleno día soleado
2- Foster + Partners, Aeropuerto de Stansted, 1981-1991

“La realidad es cruda, pero con papas y al horno queda deliciosa” Lic. Pueyrredón Agüero Bulnes Scalabrini Ortiz

Si desea comprender porqué el estudio de arquitectura que lidera no tiene una estructura de 900 arquitectos, todos ellos seleccionados de las mejores universidades del mundo, aquí iluminaremos una posible respuesta.
Supongamos que usted se encuentra compartiendo con un pequeño grupo de amigos un espectáculo, para nuestros fines pedagógicos una opción sería quizás alguno de características musicales como un homenaje a Joan Sutherland en la Opera de Sydney, pero nos inclinamos por uno deportivo, por ejemplo nos podremos ubicar en la platea de un sábado por la tarde en el coqueto estadio de la ciudad de Quilmes, observando al team local enfrentando un aguerrido y temperamental Deportivo Armenio.
Por alguna azarosa razón se distrae del apasionante encuentro y percibe butacas arriba, la imagen que reproduce la foto de la izquierda...¿cuál imagina es su reacción?
Como entusiasmado grita a los amigos…”Ja, miren que monumento al ridículo que es el bigote aquél...¡un grasa! Por favor júrenme que si alguna vez visto así, no me dejan salir de casa”. Acto seguido se pone de pié y gesticulando en forma grandilocuente le grita al pobre hombre….”¡Che Pierre Cardin, la elegancia te va’cer juicio!”.
Si se reconoce, no se preocupe, existen cosas peores.
Nuestro amigo monocromático Foster, en el mismo momento y lugar reaccionaría tomando velozmente el celular, llamando vía satélite a su estudio en Londres y exclamaría emocionado:”¡Cuerpo 3 de Infantería de Proyectos! ¡La he hallado¡ ¡Tengo ante mis ojos la idea justa para proyectar el aeropuerto! Les mando en unos segundos los bocetos y algunas imágenes, quiero para mañana plantas, cortes, vistas, maquetas y renders… ”
Donde usted encuentra una oportunidad para el humor chabacano deslizándose en expresiones bajobarriales, Norman te proyecta un aeropuerto.
Es la cruda realidad.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky