miércoles, 17 de octubre de 2007

Building the Gherkin. Promocionando el Imperio Foster con un Pepino (o Ananá)



Ni Paxton, ni Brunel, ni Eiffel. El verdadero referente de la oratoria de Lord Foster es Le Corbusier, en este documental, en los libros “oficiales” del estudio y en todas las clases magistrales de sus incursiones universitarias: la seguridad plena en la propuesta, la presentación como una genialidad, la respuesta técnica adaptada a las nuevas necesidades sociales, la sensación que el mundo va a respirar felicidad con estos edificios. Dos verdades que muestran la postura: La resolución del problema sin solución y el futuro estaba ahí y ellos lo descubrieron.
No es despectivo. Muchas de sus obras son puntales en nuestra profesión, pero es la manera en que se promocionan, a veces en conflicto con genialidades propias de décadas pasadas; cuando se proyectó la Willie Faber & Dumas en Ipswich, la idea de un edificio que tomara la forma de ameba del terreno, evitando crecer en altura y recomponiendo una plaza verde en su azotea era acompañada por los simpatiquísimos gráficos de historieta mostrando la felicidad de una personaje trabajando en un edificio de crecimiento horizontal. Ahora el razonamiento es que desde que el hombre salió de las cavernas, sueña con edificios cada vez más altos ¿Dónde ha quedado nuestro personaje gordito, con bigotes y bombín, que ejemplificaba las diferencias entre el tipo urbano usual y la innovación? Para mi sorpresa, todavía en este gran Ananá son válidos aquellos dibujos.
Es el camino para promocionar el Imperio Foster, la multinacional. Casi no existen documentales oficiales en arquitectura que implícitamente o a veces ni eso siquiera promocionen a los arquitectos, pero esto es así en general en un mundo multimedia.
Uno de las temas interesantes planteados es como se vincula el proceso de proyecto con el paralelo histórico de algunos sucesos, como la reacción frente al 11-S de NY o la “inestabilidad” del Millenium Bridge, proyectado entre otros por el estudio para unir la zona de San Pablo con la Tate Modern.

Londres ya no respeta su skyline, y lo que era con Canary Warf, un centro de oficinas buscando la altura en las afueras, se muestra con orgullo ingresando en el corazón de la city. (ver artículo martes 7 de agosto, Cuando Londres rechazó un frac de Mies). Su meta es impulsar una renovación como el gran centro de negocios.
Sin embargo tenaces esfuerzos buscan edificios mejor equilibrados energéticamente, desde los planes impulsados principalmente por Richard Rogers. Es así que al margen de los gestos ananísticos o pepinísticos, la gran virtud del Swiss Re es la rotación entre los espacios verdes interiores, el recorrido del aire y la relación de éstos con la estructura y la calidad espacial. El proceso del razonamiento en estos campos se comprende claramente con el correr de los minutos.
No me he podido despegar de la idea que presentó Foster hace una década en la FADU de Buenos Aires. El HSBC de Hong Kong tenía como prioridad de diseño la imagen, y una buena parte de la fachada está forzada hacia ese predeterminado carácter, no siendo siempre el resultado expresivo de sus deseos interiores. Aquí sobrevuela la misma idea, válida en estos tiempos posmodernos pero contradictorio con las frases puritanas de nuestro amigo monocromático.
Y está la mesa de maqueta mostrando todas las ideas verificadas en ellas, una de las imágenes positivas más pedagógicas de todo el documental.
En un momento Foster expresa que de alguna manera una buena parte de sus primeros proyectos, aún los no construídos, están presentes en el espíritu del Gherkin; para alguien que ha sido coherente toda su vida con un definido camino proyectual, bien vale la remarcación de la idea. Los mejores estudios son aquellos que no pretenden empezar de cero ante cada problema, no se repiten constantemente y no exprimen la única idea exitosa cambiándole el vestido en el mejor de los casos.
Un documental con el espíritu de la línea "oficial", que sigue siendo válido para entender los procesos de diseño que con otros medios serían bastante más difíciles. Entretenido, pedagógico y ... Norman sigue utilizando más colores en sus corbatas que en sus obras.
Las imágenes fueron tomadas de la web y tienen derechos.
Building the Gherkin, 2005. Escrito y dirigido por Mirjam von Arx (www.buildingthegherkin.com)
Editado por el arq. Martín Lisnovsky

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Donde se consigue? No la encuentro ni en las paginas de intercambio, ni aunque quisiere comprarla, porfavor digan donde!!

Anónimo dijo...

Yo vi la versión subtitulada en aleman, esta buena y es recomendable por los gestos de la gorda, la encargada por parte de la Swiss. Es genial la lente que cierra el edificio es su punto superior!!Veanlan

Anónimo dijo...

Esta película es la justificación oficial de las autoridades londinenses para el destrozo que estan haciendo a manos de las empresas y su hambre. Como corolario, nos quieren hacer creer que va a ser el nuevo icono de londres, un gran supositorio como reflejo de lo que fue el Imperio. Fui a Londres y se de lo que hablo. No tienen verguenza

Anónimo dijo...

Bueno, de Legorreta no tienen ni siquiera un corto de You Tube? Un poco de equilibrio, please

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