La blogósfera amiga se ha pronunciado. El Säynätsalo Town Hall proyectado por nuestro maestro finlandés entre los años 1949 y 1953 se alza con el premio mayor, la medalla a la obra más representativa. El porqué del voto popular lo podremos encontrar en la amplia difusión que tiene aún hoy en todos los medios, inclusive Internet; pero siendo mas criteriosos, es quizás la obra mejor equilibrada entre el espíritu de la arquitectura moderna y el folklore de la cultura a la cual estaba destinado. Desde el partido hasta los detalles conserva su magia única sin mayores osadías espaciales ni gestos grandilocuentes. La morfología ha sido seducida por la tradición, y sorprende el peso vertical del volumen ladrillero de la sala principal flotando ingrávido y atectónico sobre un basamento de carpintería en la fachada este. Los imaginativos detalles de la estructura maderera de la sala y la calidez de los manijones, con formas ergonómicas de hierro y madera revestidos de caña muestran a Alto mucho más cerca de la calidez humana que del aplauso de la crítica. Se suelen citar referentes previos como el Ayuntamiento de Dudok o el Club Rusakov de Melnikov; para un ejercicio tan imaginativo como el relacionar estos edificios redoblamos los aplausos ya que señalan el camino de que se puede diseñar en forma homogénea con una multiplicidad de ideas, unidas sólo por la intuición de quien presupone el proyecto en su cabeza.
Aplausos al equipo del estudio que llevó adelante la obra. Muchas Gracias por participar.
Los esperamos con la encuesta que verán a su derecha, las heroicas obras del High Tech proyectadas en las décadas del 70 y del 80.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
1 comentario:
Una obra cálida y romántica, representativa de su cultura y de su época. Lejos lo mejor de Alvaro.
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