En el día de ayer, en horas de la tarde y con una térmica que abofeteaba desde sus 36º, hemos dado una clase recorriendo la ciudad con el arq. Norberto de la Torre, como cierre del seminario "Pautas de Intervención para la Ciudad del Futuro" que desarrollamos este mes para los alumnos de la Universidad Kennedy.
Desde el corazón de la Plaza San Martín, cruzando Catalinas y buena parte del vértigo actual de Puerto Madero, comprobamos un verdadero festival de escalas y espacios urbanos como pocos lugares de la ciudad pueden ofrecer, como así cierta decepción con las nuevas construcciones y lo que ofrecen al dominio público.
En esta primera serie de fotografías, el tema de la superposición de propuestas de diferentes épocas y/o diferentes visiones constructivas, que conviven a veces con tensión y donde lo nuevo no es garantía de valor agregado.
Debajo de este texto una curiosidad, en el medio de las torres anodinas y repetitivas con su insulso 'gris inmobiliario' y su arquitectura retrasada en por lo menos 3 décadas, observamos el cuñado del Kavanagh (a la izquierda, el edificio Kavanagh, patrón de la Plaza San Martín y proyectado por los arquitectos Sanchez, Lagos y De la Torre en la década del '30), una copia absurda y descolocada que mueve a risas, ahora sin mansarda y con cresta Punk, propia de su rebeldía al buen gusto....¿A nadie se le ocurrió un color?
Dos notas más: A la izquierda, detras del Hotel Hilton, una nueva calle Florida sin puestos de revista, sin vendedores ni mimos, limpia y sin carteles, y absolutamente sin la mas mínima vida. A la derecha, el General San Martín enseñando a sus cariñosas palomas las anécdotas de los tiempos de gloria.
Fotografías por Norberto de la Torre y Martín Lisnovsky
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
3 comentarios:
La Mansarda del Kavanagh de la Plaza San Martín se encuentra en sintonía con las mansardas de los edificios eclécticos que rodean la plaza, así como el cuñado posee la misma 'imaginativa'cuchilla de remate que sus amigotes del barrio. íPor favor un poco de rojo!
Martín
Sólo unas breves líneas para saludarte por estas fiestas y para agradecerte por la visión fresca e imaginativa de la historia de la arquitectura que despliegas en tu blog. Es siempre un gusto leerte.
Espero que este nuevo año se sigan dando oportunidades para estrechar más la comunidad latinoamericana a través de la blogósfera.
Muchos éxitos y parabienes.
Un abrazo.
Carlos.
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El desgraciado edificio es la Torre Renoir y le falta un gemelo. Son dos en total, por si fuera poco. ¡A ver si compran un tachito de pintura de otro color!
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